Son las 11:24 de la mañana, domingo 04 de
abril. Estoy con el dial de Radio Uno. Creo que es de las radios más
sofisticadas y mejor trabajadas que tenemos en Tacna. Hay muestra de
profesionalismo o al menos intención de ser profesional en el trabajo
periodístico; mucha diferencia con otras radios locales improvisadas, llenas de
“periodistas” sobre los que es muy
difícil decir algo rescatable. Claro que Radio Uno también tiene sus abismos; se
la llama, no sé hasta qué punto con certeza, “La radio de la corrupción” o,
parafraseando su lema “El sonido de la plata”. Pero ese es un tema aparte.
Un señor que tiene su programa justo a esta
hora se está mandando un discurso ampuloso sobre las Elecciones de este próximo
domingo. Pero, ¡Dios!, qué palabras, qué entonación, qué ideotas. La misma
retórica que escucho en otras radios: si no estás con nosotros, no estás con el
país. Con mucha solemnidad, señala que Radio Uno nunca da su opinión, pero qué
clarito se le nota el corazoncito escarlata a este señor. A propósito, rescato
definitivamente que se pone muy buena música ah. Like.
Pero, ¿qué problema tiene un medio en dar su
posición sobre estas elecciones? Es un tema sumamente importante para los
peruanos. Hay gente que conocer mejor la información que nosotros y seguro que
tienen su opinión. ¿Por qué no escucharlos? Siempre he pensado que esto de la
Imparcialidad es una reverenda pavada.
Capaz necesito un doctor de orejas, pero creo
que me acuerdo que Rondinel (el dueño de Radio Uno) ha dicho bien claro que no
votaría por la Keiko. El tipo que está ahorita transmitiendo debería escuchar
su radio más a menudo. Y por si acaso, bien hecho por Rondinel, era su opinión
y no le veo el problema de darla a conocer, de dar a conocer la intención
electoral de ese medio de comunicación. Todos los medios tienen su ideario y
mejor ser directos que hablar entre líneas.
El periodismo es imparcial dicen unos. Es un
aforismo que ya ni los mismos periodistas de carrera suscriben. Se puede ser
imparcial al dar noticias; pero hay opiniones sobre ellas. Y ¿por qué está mal
comunicar dichas opiniones? ¿No existen para ello programas de opinión? Pues
dejémosles hacer su trabajo.
Otros dicen, sin entender tal vez lo que
significa, “El periodismo tiene que orientar” pero, orientar ¿no es dar una
opinión o una posición sobre un tema determinado? Entonces, ¿el periodismo no
tiene que orientar? ¿Solo informar? ¡Changos! ¡También es su deber orientar! De
ahí la importancia de la democracia, en donde contamos no solo con un punto de
vista, sino varios. Lo importante para un pueblo educado está en cotejar estos
puntos de vista y escoger lo que consideren la mejor alternativa y no solo
despotricar contra el que piensa distinto de mí.
Ahora este embajador de las comunicaciones le
está dando duro a los medios de la Concentración que solo cuentan lo que les
importa y atacan al candidato que no quieren. Qué saña la de estos medios de la
Concentración, ¿verdad? Pero, ¿no es la misma saña que le tiene La República a Keiko,
La Primera a Alan? Es claro que parte del Grupo El Comercio tiene ojeriza a la Mendoza.
Pero, ¿por qué solo se merece la crítica El Comercio, esos neoliberales,
imperialistas, capitalistas vende patrias, blablablá? ¿Y los otros? Los otros
ni los nombremos porque ellos no desinforman, esos periódicos están con el
pueblo, ellos sí que dan la información real que los grandes poderes facticos (¡qué
huachafería!) no permiten que salga a la luz.
Cómo les gusta a unos señalar la paja, sin
quitarse la viga de su ojo tuerto. Estos tipos que quieren refundar la patria,
podrán tener buenas intenciones (ojalá) pero sus ideas dejan mucho que desear.
"El verdadero cambio en el Perú está en manos solo
de los que quieren cambiar la Constitución, solo de los que quieren que el Estado
sea más fuerte, solo de los que quieren un Estado Laico, sin esos entrometidos
curas, solo los que no admiten a la minería". ¿Qué les parece? Si pues, la
imparcialidad. Chistes como estos no dan risa.
A propósito, un mensaje de este blog (opinión
personal y, por supuesto, buscando orientar y no solo informar): no por Keiko y menos
por Mendoza.
Ya pasaron cuatro minutos del mediodía. El
señor de la radio se ha despedido con una canción de Roberto Carlos.
Fotos: internet
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