Tacna y
la Historia
Se ha dicho que Arequipa se caracteriza por una
ilustre tradición jurídica* del mismo modo que en Tacna es singular su
tradición historiográfica, o mejor dicho, de historiadores. Esta distinción
para la Heroica Ciudad recibe un impulso terminante a partir de la Guerra con
Chile y el posterior Cautiverio.
En primera instancia, esta tesis parece
verosímil. Tenemos ilustres tacneños dedicados a la historia, de los que Jorge
Basadre es solo el nombre más reconocido. Realizar un estudio detallado sobre esta
caracterización “historiadora” de Tacna no sería labor perdida, sino sumamente
ilustradora. Desde Ignacio de Castro y su Relación…
del siglo XVIII hasta la obra del profesor Choque, que pasaré a comentar en
unos momentos, la Historia (con mayúscula) ha tenido un feraz ambiente en
Tacna.
La Historia de Tacna
El profesor Efraín Choque Alanoca (Tacna, 1962)
ha publicado en agosto de este año una “Historia de Tacna” que describe nuestra
región desde sus orígenes líticos hasta inicios del s. XXI. Es un texto breve
(si se quiere comparar, digamos, con la ya monumental obra de Cavagnaro) que no
pretende prolijidad. Ya su mismo subtitulado lo advierte: Una síntesis histórica de sus pueblos.
Portada del ejemplar que poseo de la Historia de Tacna de Efraín Choque. Es su primera edición.
Al ser trabajo sintético, el libro no abunda en
disquisiciones largas o pormenores de nuestra historia local, sino en mantener
el conjunto de ella, su continuidad y la forma en que llegamos a la Tacna
actual. Eso sí, el autor no se ciñe solamente a los temas y nombres de siempre,
de la historia oficial diría él.
Choque procura interiorizar en el lector que lo que conocemos como Tacna no es
solamente la capital de la provincia homónima, ni sus hijos solo los apellidos
que se leen en los textos escolares, en su mayoría de origen foráneo.
Asimismo, en lugar de resaltar glorias
individuales, el autor prefiere la obra grupal, colectiva, de “los pueblos de Tacna”. El hecho de dar
el mismo trato a la ciudad capital de Tacna y a las otras provincias (véase por
ejemplo, pp. 52-58), cierra un cuadro que aboga por conocer y apreciar “una
Tacna integral, con todos sus pueblos y cuencas históricas: la de
Candarave-Locumba-Ite, la del Maure-Tarata-Sama y la del Caplina” (p. 08).
Esta Historia, aunque breve, además de los
datos generales sobre Tacna, contiene información poco conocida como, digamos,
el hecho de que Tacna tiene espacio insular, pequeñísimo es cierto (solo 0.16
kilómetros), pero isla al fin.
Tenemos, del mismo modo, el dato que narra el apoyo
de los antiguos tacneños a la rebelión de Manco Inca, las poco conocidas acciones
de Juan Buitrón y Tacna en favor del levantamiento de Túpac Amaru II, las innumerables correrías de Pacheco de Céspedes durante y
después de la guerra con Chile, etc. Estos hechos, unidos a las gestas de Zela,
el Alto de la Alianza y el Cautiverio dan ese toque particular, casi
excepcional, que posee nuestra historia local.
Sobre
el origen del nombre Tacna
La primera Historia de Tacna que leí fue para
un concurso interescolar. Dicho libro, de autoría múltiple incluyendo al mismo
Choque Alanoca, se titulaba Nueva
historia general de Tacna. Entre sus anexos, hay uno de autoría de Luis
Cavagnaro. Allí se confirma una acentuación esdrújula al topónimo ancestral [tákana].
La idea, que es en realidad del finado historiador Juan José Vega, aparenta contar
con buen asidero, frente a la “clásica” acentuación llana y de origen aimara [takána].
Entre ambas versiones, personalmente, me decanté por la afirmación de Cavagnaro
y siempre la defendí y propalé.
De ahí que, el inicio de la Parte Tercera del
nuevo libro de Choque (el de 2015), rotulado “El origen del topónimo Tacna”
(pp. 37-41) tomara mi máxima atención e interés.
Esta sección de la Historia de Choque no se
jacta de ser ni definitiva, ni propia. Asigna un origen puquina al pueblo y la
lengua originaria de nuestra ciudad, además, al paso, lanza el anatema a la
versión que difundió Cavagnaro (la de la acentuación esdrújula del antiguo
nombre de Tacna, [tákana]).
En particular, habría mantenido mi fe en las
notas del don Luis, de no ser que Choque basa estos párrafos en un lingüista,
que es el personaje más a propósito para deslindar un tema a todas luces
etnolingüístico. ¡Y de qué lingüista! Al leer la cita incrustada con el nombre
de Rodolfo Cerrón-Palomino, no pude sino dudar muy seriamente de aquellas
notas. Lo del origen puquina está bien explicado y parece una tesis
consistente.
El profesor y lingüista Rodolfo Cerrón-Palomino es una autoridad indudable en lingüística andina.
Luis Cavagnaaro Orellana es otro de los historiadores de nuestra ciudad.
En una segunda parte, que ya está concluida, entraré en la edición formal y algunos datos extra que presenta este buen libro de Historia.
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*Tenemos, por ejemplo, a personajes de la talla
de los Paz-Soldán, García Calderón, Bustamante y Rivero, Belaúnde y un largo
etcétera.
Hola
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