Ayer el FBI cerró Megaupload.com y arrestó a sus principales promotores. Pero, ¿qué es Megaupload (MUL)? Es un sitio web que te permite descargar todo tipo de archivos que antes otros han subido.
No pienso escribir un “refrito”. Cualquiera puede informarse de los sucesos vía internet. Yo también he transmitido esa información en el perfil de Facebook de BictorNoel.
En este momento lo que deseo es hablar como usuario sencillo (es decir gratuito) y común que soy de ese servicio. Intentaré distanciarme de las posición eufórica y algo atolondrada de muchos defensores de MUL juntamente de la indolencia de los acusadores. Intentaré también ser lo más objetivo posible; objetivo para con mis propias opiniones.
Ciertamente, no es el fin de las descargas gratuitas –hay muchos sitiios que sustituirán a MUL- y definitivamente esto no será el Inicio del fin de la libre transmisión de datos por internet. El hecho de que se produzca justo al día siguiente de las protestas contra SOPA solo parece ser una coincidencia torpe que desprestigiará más aun a las instituciones y personas que no sean pro-internet (como diría Zuckerberg).
Casi lo único que descargaba de MUL era textos. Es cierto que en Tacna hay tiendas de libros “baratos”, pero siguen siendo artículos de cuasi-lujo para quienes no tenemos muchos ingresos. Se me objetará: «pero hay libros de 2 y hasta 1 sol». Yo respondo: «Esos libros son muy buenos, para escolares y personas sin necesidad de profundizar temas puntuales».
Y de aquí saco mi tesis única o, a lo menos, principal (que puede ampliarse a cualquier tipo de descarga): los acusadores afirman que MUL ha perjudicado en 500 millones de dólares a “propietarios de las obras protegidas”. Creo que la mejor forma de hacer entender mi idea es con un ejemplo.
En casa hay una computadora de segundo uso aunque operativa, a la que afortunadamente han puesto Internet poco antes de que volviera a Tacna. Allí pude conocer la maravillosa tarea que hacían unos compartiendo (con o sin afán de lucro) textos que toda mi vida quise adquirir pero que o estaban muy caros o no estaban en circulación (ustedes pueden poner cualquier otro tipo de archivo).
Y no sólo lo que yo buscaba. Se me abría un mundo mayor al que mis miras semiestrechas alcanzaban. En el furor de la impresión –impresión de un alma intelectual por naturaleza- busqué y me «apropié» de todo lo que me pareció digno de leer; me hice amigo de estos sitios web. Vean algunos títulos que bajé:
- Crítica Al Periodismo, de Umberto Eco
- Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer
- Cartas para ilustrar la historia de la España árabe, de D. F. de B.
- Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, de Andrés Bello
- Cómo escribir y publicar trabajos científicos, Robert A. Day
- El programa minimalista de Noam Chomsky
Ahora bien, los acusadores claman “nos roban, el creador de la idea merece una contribución” Bien, bien, sus deseos son órdenes: suprimamos toda información compartida sin la explícita, escrita, firmada y sellada autorización o pago correspondiente. Yo ya no leeré el Minimalismo de Chomsky. ¿Buscaré comprarlo? Pero si compro un libro por la Avenida Bolognesi, es lo mismo que nada; mejor lo leía en la compu, gratis, y le ahorraba un árbol al planeta. Pero digamos que por designio providencial tengo hoy los 100 ó 150 dólares que debe costar el libro, ¿alguna de las poquísimas librerías de Tacna lo estará exhibiendo? Muy probablemente, no. Pierdo los deseos de adquirirlo. El autor se queda con su texto y sus derechos económicos tan igual a como cuando existía MUL*.
Mejor dicho, quedará peor: perderá un lector, alguien que lo ha podido admirar y dar a conocer a otros que quizá puedan tener los recursos para comprarlo con todas las de la ley.
Argüirán los acusadores: « tú hablas desde un país pobre, pero millones de los usuarios de MLV eran gente con todas las posibilidades de adquirir el original y que no lo hacen por simple pereza o deseo de incomodar».
Sin embargo, ¿no es el escritor, en la mayoría de los casos, un personaje holgado económica y socialmente? ¿No sería más satisfactoria la ganancia de un lector fiel y admirado por su desprendimiento, aquí en el lugar de los pobres, aun a costa de algunas monedas lejos de su bolsillo? La tendencia se encamina a las publicaciones virtuales (yo amo, con todo, las hojas de papel).
Visto desde la óptica de los acusadores, les doy la razón en la mayoría de sus acusaciones (fomento a la piratería, enriquecimiento a costa de otros). Vistos desde mí propio, el sitio de Kim “Dotcom” (Megaupload) ha justificado su valía. Ambas posiciones son válidas, y válidas son igualmente las acciones de aquéllos y las reacciones de nosotros.
Y esto se da justo cuando publico PRESENTACIÓN LIBROS, que tanto se hubiera beneficiado de MUL.
00:21 horas
20-01-12
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* El ejemplo es malo: de seguro, el maestro Chomsky está contra SOPA.