Soy de TACNA, y escribo desde acá ocurrencias propias y no necesariamente por coyunturas.

lunes, 18 de julio de 2011

CREO QUE DE POLÍTICA

           
-Una ocurrencia mía.

-Quizá a causa de las impresiones por la llegada del nuevo gobierno.

-Y también por la fechas, ya son cuatro años desde que lo escribí. 

-Como todos la hacen de analistas políticos cuando no de zahorís.

-Algo de «palabras políticas» (más sociales que políticas).

-Es una panorámica de lo que pasaba por esos días en que lo escribí.

-Como no recuerdo mucho los detalles, no modifico nada lo escrito en esa época.

-A ver qué parezco como cronista.

-Su extensión me obliga a ponerla en partes.

-Criterio de división: cada vez que me canse de tipear.

-Sin alusiones actuales, aunque sí pasadas.



-.-.-..-.

18-07-07
06.45 horas


Ayer, en el canal del Estado y en una especie de mensaje a la nación, el Primer Ministro, Jorge del Castillo, lamentaba la situación de Arequipa y reafirmaba su posición del día anterior de no ir a Arequipa (mostraba a las cámaras su pasaje de avión)  mientras continúe la paralización indefinida; no irá –aseveró- en un clima de coacción. La dirigencia de bases en Arequipa decidió suspender la huelga por 48 horas y el Primer Ministro ya ha viajado. A través de noticias recientes, se sabe que han negociado un subsidio a la gasolina y la eliminación del impuesto al trigo, obviamente estas medidas no son sólo para los mistianos. Al parecer, la paralización ha llegado a su fin.


En Tacna, el precio del pan ha subido. Cuestan 8 unidades por 1 nuevo sol y no a 10 por un sol como fue habitual alrededor de 10 años.

La situación aquí no es tan precaria como en la Blanca Ciudad. Allá, a más de expender los panaderos unidades muy pequeñas y delgadas, el precio del pan ha llegado a ascender a 6 por 1 nuevo sol. Por esto, por el incremento del precio de los combustibles, de víveres,  el retraso de algunos proyectos de irrigación y carreteras, y finalmente, por una constante animadversión al Gobierno de Alan García; repito, a causa de estos factores, una buena parte de Arequipa decidió irse al paro indefinido desde el miércoles 11 de julio. Influencia añadida es las de los criticastros dirigentes sindicalistas y casi la totalidad de medios de la región, muy afines a ideas «revolucionarias» y «nacionalistas». Hubo confusión y enfrentamiento desde su mismísimo inicio. Teníase previsto un paro preventivo para los días 10  y 11 del mes actual; luego sí que se venía la huelga indefinida y general a partir del 23 de julio. Del Castillo había, de cierto, prometido arribar a la ciudad para el 16 de julio; por ello, al enterarnos el Ministro y todos nosotros el lunes 09 del improvisto cambio de planes quedamos con la boca abierta. Entonces ocurrió que, mientras los arequipeños adquirían vituallas, yo alistaba maletas.

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