Soy de TACNA, y escribo desde acá ocurrencias propias y no necesariamente por coyunturas.

viernes, 8 de octubre de 2010

CUIDADO CON BASIJA

CUIDADO CON BASIJA


“Basija” (con B) es la adaptación española de una antigua y poco conocida palabra diseñada por un esoterista. Su asimilación paulatina por grupos ocultistas de España y su avance ideológico hacia las naciones de Latinoamérica Oriental han forzado la transmisión de esta información.
Esta palabra ha sido creada y sistemáticamente desarrollada a través de varios siglos. Nótese, en tal sentido, que su etimología hunde raíces en las lenguas indoeuropeas más antiguas.

Es, sin embargo, en los textos de una autor medieval, Wolfram von Eschenbach, en donde encontramos la versión más temprana: WHÁSSIDJA.
BASIJA@HOTMAIL.COM, es la primera manifestación aquí de aquella palabra. Ordinario como parece, y hasta despreciable, éste es el inicio de un enramado plan grupal. Aunque no creamos en los poderes sobrenaturales de poseer una palabra, nuestra alerta se enfoca la intención de esa extraña organización la cual sí tiene la certeza de su poder.
Busquemos datos e investigaciones realizadas a lo largo del tiempo sobre Whássidja.

En las mitologías se hallan las creencias sobrenaturales de los pueblos; allí es donde encontramos algunas fuentes.
Para la cosmovisión escandinava, Sleipnir, el caballo de ocho patas de Odín, tenía en sus dientes runas secretas grabadas. Para von Eschenbach – y esto lo toca Wagner en su Parsifal-, las runas de Sleipnir no son más que el Whássidja escondido muy cerca del rey de los dioses. La creencia escandinava de la influencia en los destinos por las runas pervivió hasta tiempos modernos (nótese, si no, el caso de Hitler).

Las relaciones fónicas entre palabras son, a menudo, sutiles, y no por ellos desdeñables. El nombre consignado por von Eschenbach y el del palacio de Odín ostentan una similitud nada ligera: el Walhala ubicado en Asgard, ¿no se asemeja a Whássidja? Otra palabra similar no es tan halagüeña como el augusto palacio: SVARTALFA*, la ciudad de los elfos negros de las tinieblas.
El asunto no termina aquí. Este oscuro término no se encierra en la lengua germánica solamente. Se cree que proviene de la lengua indoeuropea más antigua conocida. El Paninis Acht Bücher editado por Böhtlingx, consigna: “ svamskrta significa perfecto, refinado”, es decir, “algo defectuoso que busca ser terminado” (pp. 78-79). De svamskrta viene el nombre del idioma: el sánscrito.
Los registros más antiguos de la lengua alemana actual en los ss. VII y X no consignan Whássidja; tal vez, por la rápida conversión de los paganos al cristianismo. No obstante, reaparece en el alto alemán antiguo (h. 1000 d. C.) como WÁSSAIDJAE, simbolizado por un recipiente de boca ancha. Lutero, al establecer el nuevo alto alemán, suprimió el símbolo de Wássaidjae por una rosa; todo conectado con la leyenda del Grial. No por nada se relaciona al iniciador de la Reforma con los rosacruces, y tampoco es ocurrencia que se llame “el sello de Lutero” a la rosa.


Coinciden historiadores cuando refieren que la famosa campaña de Napoleón a Egipto tenía un motivo distinto al de la supuesta liberación de los Mamelucos. Napoleón conocía la existencia de aquella especie de “llave mágica”. Dirigiendo una excavación (no haciendo un fuerte como se quiere hacer creer) en 1799, el capitán Bouchard halló la Piedra de Roseta. La horda de investigadores contratada por el Emperador halló que la Piedra tenía en sí la “llave” anhelada. La piedra no estuvo en manos francesas mucho. A causa de la guerra pasó a los ingleses y, viéndola como una reliquia, se la confinó al British Museum hasta hoy.
Pero ya había copias de la inscripción. Los egiptólogos tuvieron similar perspectiva que los ingleses. Empero, un joven vio con extrañeza un grupo de signos. Champolion notó la permanente y distinguida posición de un jeroglífico que denotaba algo sumamente sacro. Este descubrimiento, hecho poco antes de morir, no lo logró exponer. Su prematura muerte en 1832 (nació en1790) bajo extrañas causas, poco después de obtener una cátedra para exponer su descubrimiento, levanta sospechas.
En la Antigüedad, eruditos como Horapolo, intuyeron el significado que encierra Whássidja. Tiempo después, el emperador cristiano Justiniano prohibió el estudio y el uso de la escritura egipcia. Un número de la Revista Regnabit vincula al Grial con las creencias del Egipto antiguo: “En los jeroglíficos, escritura sagrada donde a menudo la imagen de una cosa representa la palabra misma que la designa, el corazón no fue figurado sino por un emblema: el vaso. El corazón del hombre, ¿no es en efecto, el vaso en que su vida se elabora continuamente con su sangre?”
En Oriente, se asocia Whássidja o basija al triángulo con el vértice hacia abajo. Estos símbolos son considerados nefastos por algunos cristianos, pero tendencias nuevas pintan el asunto de distinto modo. El término BASIJA es parte de la conspiración al ocultar el verdadero significado de las cosas. Es menester divulgar la información y no tener contacto alguno con la personas de basija@hotmail.com, pues sería muy peligroso.


(*svartalfa, metátesis en S inicial que pasa al medio desapareciendo R, el grupo ALF tórnase D)


Octubre 2005
Agustín Lea Suárez
Historiador



Por si acaso, todo lo anterior es una invención mía. Este escrito fue motivado por algunos comentarios apocalípticos basados en leyendas y seudohistorias oídos por mí en ciertas radios. Nada más fácil, para cualquiera que conozca algo de Historia, que crear una donde se aventure «explicar» acontecimientos difíciles de entender, o justificar ideaciones de toda índole con una «teoría» tan creíble –para los profanos- por los datos históricos como seria, aunque se obtenga la fuente de una página de Internet. Una lectura más reflexiva pondría las cosas en claro (obviamente, para ello es necesario que la persona no sea una fanática).

No hay comentarios:

Publicar un comentario