Datos actuales:
Entre las pocas materias realmente útiles que uno puede encontrar en los estudios superiores, creo que ninguna superior a la Investigación. Aunque hace tiempo conocía las bondades que otorga, recién me ha pinchado el gusto por esta y, apasionado natural, ya me he leído algunos libros y artículos sobre el tema. Ojalá le hubiese agarrado el gusto hace un año y me habría sacado las mejores notas en los cursos de Investigación que llevé en el Instituto al que voy, pero en fin, más vale tarde que nunca.
Y yendo con esto, encontré un curioso escrito del año 2009, donde yo mismo digo que hacía Investigación. Lamentablemente, haciendo retrospectiva, tengo que retractarme: parece ser que hacia análisis de temas teóricos que me gustaban, con libros, no con personas –investigación básica, diría el libro que acabo de terminar-, si fuere el caso, aunque lo dudo, investigación de gabinete, a la que tengo mucha estima y respeto, por si acaso. Pero, en realidad, ni a eso llego, lo mío eran análisis, estudios, reflexiones, no Investigación :(, porque para hacer investigación debe darse un tema nuevo, resolver un problema, o al menos plantearlo, como dirían por ahí.
Esto es lo que escribí en 2009.
MÉTODO DE INVESTIGACIÓN
Del 22-04-09
«La hoja rota de las cosas que tengo, escritas para evitar el esfuerzo de recordarlas o en todo caso para no olvidarlas, dice al final:
«_Ecrire sur ton méthod d´étude.
«Y he querido escribir sobre eso, y ahora empiezo,
porque, ¡vaya sorpresa! Descubrí hace no mucho tiempo que las técnicas o
métodos de investigación existían. Y todo investigador competente las tiene.
Pero yo, al menos así lo creo, he hecho trabajos de investigación. ¿Entonces? Porque
yo no tengo un método de investigación; ya dije que ni siquiera sabía que
existían. Nunca se me enseñó.
«He escrito, incluida
investigación, sobre diversos temas a veces, muy ingentes y agotadoras para
este principiante. ¿Qué técnicas utilicé para redactar esos textos, algunos de
los cuales dieron más de diez páginas de resultado? Pues esos no los pude
escribir de un tirón (como estoy haciendo ahora con esta Reflexión). Viendo
atrás noto en verdad que casi todos tiene cosas en común que me sirvieron para
juntar, seleccionar y depurar datos. Eso deseo escribir, de cómo es MI método
de investigación, basado en la forma en que hice mi último «estudio», el cual
es obviamente la evolución de un método que nunca supe que era tal. Lo supongo
mejorado en mucho a la manera en que realizaba mis primeros estudios, los
cuales nunca recibieron ayuda alguna para su realización.
«Lo primero que hacía, y creo
que hago también ahora, era definir bien el tema que realizaría. Sin embargo en
ocasiones –valgan verdades, muchísimas ocasiones- me desvié en luengas
digresiones (las cuales han servido mucho a mi aprendizaje teórico).
«Con eso, tomaba a mi cuenta
todo texto, dicho o recuerdo que tratara sobre ese tema y lo copiaba en hojas,
desordenadamente, tal y como me venía la información; siempre señalando la
fuente para futuras confrontaciones. Últimamente he comprendido que es más
conveniente dividir los datos recogidos en primera instancia, juntando los que
traten ´subtemas´ definidos. Digamos, por ejemplo, participios pasados
regulares del latín que dieron –ado, los que dieron -ido, los irregulares,
participios presentes, influencias analógicas, evolución de palabras, por
vocales, y consonantes, etc. A pesar de que haciendo esto gasto mucho más papel
y tiempo, he notado que se me ha hecho algo más fácil optar por la
clasificación de los datos recopilados en lugar de copiarlos sin más que el
orden en que llegaban a mis manos. Antes tenía que hacer lectura extremadamente
reiterada de las mismas informaciones recopiladas en busca de algo que
recordaba haber copiado en una hoja de esas que tenía copiada y que parecía ser
muy a propósito para la parte de mi trabajo que iba desarrollando en ese mismo
instante. A veces me saltaba el dato que podría haberme sido útil allí. Hoy me
es más sencillo encontrarlo pues cada hoja tiene un «nombre» especial que me
indica claramente de que trata en general ese papel. Y aun repito los datos que
puedan entrar en dos temas diferentes o parecidos.
«Con los datos leídos y escritos
me formo la idea más documentada de lo que trataré, ya no solo tengo la idea
principal, sino causas, problemas, etc., que me sirven para orientar mejor mi
investigación. Es de suma utilidad esta primera ilustración, pues se me aparecen las ideas que no tenía al
principio. Resumiendo todo esto, anoto aparte subtítulos o subtemas al
principal. Así:
«-ado, -ido, -cho, -to, -so
«Verbos participiales en
latín
«Cambio de participio del
latín al español
«Analogías
«Participios regulares e
irregulares
«Etc.
«Y tomo subtítulo por
subtítulo, y lo desarrollo como si fuera un tema principal en sí. Para llenar
el subtítulo uso datos recogidos y ya clasificados cuyos rótulos, en general,
coinciden con los subtítulos empezando por los más conocibles o necesarios
para entender los otros, o simplemente inicio con el tema principal (que
también me resulta en ocasiones como subtítulo). Todo lo junto y copio en otras
hojas sueltas, casi dándole su forma final. Allí voy corrigiendo algunos datos
mal interpretados, agrego otros olvidados o recién venidos a la mente, o quito
algunos impertinentes. Aquí es donde coloco algo que podría llamarse Conclusiones
a lo escrito (mas yo detesto ese nombre) que muchas veces es un resumen a lo investigado.
También arreglo el estilo en esta parte.
«Como sé que esto origina una
multitud de tachas, borrones y aditamentos, siempre tengo que volver a copiar
el total trabajo en otras hojas sueltas para darle la forma que casi
definitivamente estarán en el cuaderno que uso para archivarlos (ojalá no por
siempre). Y al fin, paso ese tercer borrador al Cuaderno, arreglando lo que
todavía no está acorde con el tema o la forma y, si es necesario, modificando
puntos que necesiten todavía modificación.
«En unos escritos anteriores
y en este último ha agregado un glosario, como pensando en que alguien lo
leerá, trato de explicar las palabras no conocidas o poco conocidas lo más
sencillo que pueda.
«Algo más. Entre las falencias en mi forma de desarrollar
investigaciones están:
«La dificultad para
cohesionar el texto final.
«La gran cantidad de datos
que muchas veces me ponen en principio algo perplejo; inclusive ha habido
ocasiones que dudé poder realizar el trabajo propuesto. Este problema se me
aparece a cada instante al momento de agrupar los datos a propósito del tema
tratado y, de no ser porque rescribo los ensayos dos o tres veces, mis
resultados finales resultarían más disconexos que el cerebro de Susy Díaz. Otro
problema es que a veces exagero las
notas a pie de página, probablemente esto es consecuencia del primer problema.
»
Bueno, es viernes, me voy de viaje otra vez...