Hace años, leí en La República un
artículo cuyo tema central nunca he olvidado. Se titulaba “¡HAY QUE HACER COMO
LOS CHINOS!” y estaba escrito por el conocido periodista argentino Andrés Oppenheimer. El
texto se centraba en un tema educativo.
Hay que hacer como los chinos era
el título que leí ese día en La República. Pero, ¿qué hacen los chinos, Bictor? Ellos,
señalaba Oppenheimer, aun llamándose comunistas piensan adoptar el inglés como
idioma oficial. Y esto no lo hacían por ideología, sino por pragmatismo. El inglés
es el idioma de la modernidad. En inglés se escriben las notas científicas y de
investigación más importantes, los negocios internacionales se concretan en
inglés, las 5 mejores universidades son de habla inglesa (repartidas entre los
Estados Unidos y la Gran Bretaña); en fin, la red mundial (Internet) se crea e
innova en inglés. Es absurdo, pensarán los chinos, menospreciar esta situación
solo porque la involucrada es la lengua del “opresor capitalista”.
Entre las pocas frases puntuales
que recuerdo está la de un letrero en China que vio el periodista: “Hoy somos
los segundos, cuando sepamos inglés seremos los primeros”. Es decir, se han
tomado en serio esto de enseñar el inglés. Un dato más que Oppenheimer daba en
su artículo era que en Chile se estaba planeando hacer lo mismo.
Ahora piénsese qué pasaría si el
Gobierno peruano intentara, en busca de mejorar nuestra competitividad,
oficializa la lengua inglesa. Los defensores de las vernáculas y alguno que
otro hispanófilo purista pegarían el grito al cielo. El tema de siempre:
traición al Perú!! Igualar el inglés al quechua o aimara??? Jamás!!!! Otra pérdida
para el logro de nuestra autodeterminación nacional!!!!!
¿Por qué tanto radicalismo? Nadie
dice que las “lenguas originarias” perderán su rango de oficiales. En lo
personal, apoyo la enseñanza de las lenguas andinas y amazónicas. Yo mismo he
tenido la ventura de tener una abuela que tiene el quechua como lengua materna
que por descuido familiar nunca se me enseñó, aunque más grande, pagué cursos
de quechua (llegué a sacar 19 J).
Sin embargo, y esta es la desventaja de nuestras queridas vernáculas, he
olvidado mucho de la lengua por falta de práctica: no la encuentro cuando leo
noticias en Internet, tampoco cuando me informo de algún avance en Ciencia o
cuando veo alguna película. Hay que reconocer esto y actuar positivamente.
Primero, fomentar el interés y
uso de las lenguas vernáculas, algo así como lo que hacen catalanes y
franco-canadienses (salvando las distancias, claro). Y eso debe venir casi
exclusivamente de los propios hablantes de esas lenguas*. Los que no seamos
hablantes maternos nos queda apoyar decididamente las buenas iniciativas que
planteen aquellos. Segundo, no enceguecernos y darle la importancia que se merece
el aprendizaje de lenguas extranjeras, especialmente el inglés y también
últimamente, el portugués.
He perdido el recorte del
artículo de Oppenheimer y he olvidado casi todo lo que decía, pero no el
sentido que le daba; más que todo porque en esa época empezaba a aprender algo
de inglés en el CEID de la Basadre que
aun hoy es una buena alternativa por el bajo costo de su mensualidad. Como me
decía un periodista limeño: "¡Fíjese nomás en Lima enseñan lo mismo y cobran un
dineral, sigue estudiando nomás que te va a servir, joven!" Y sí que me sirvió;
hasta me gané un dinerito alguna vez enseñándolo.
extrañaba tomarle foto a mis borradores
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* Más que del Gobierno al que siempre se le pide todo como si fuera un dios.
Creo que esa observacion de Oppenheimer aparecía en Cuentos Chinos. Cuando esté en casa lo busco.
ResponderEliminarCierto, creo que del último capítulo de ese libro. Y no le falta la razón al hombre. La educación es lo que más descuidado tenemos en esta parte del mundo.
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