A propósito del mes
de nuestra ciudad, he encontrado en internet unos textos relacionados con la cuestión
de Tacna y Arica en la época del
Cautiverio. Estos libros son tres. Cada uno mira la situación desde distinto
punto de vista. Intentaré acabar los tres antes de fin de mes y también compartirlos
aquí. Leeré en este orden:
1º. Una lectura
chilena
2º. Una lectura
boliviana
3º. Una lectura
peruana
14 de agosto de 2012
Voy con la primera:
Cuando
era chiquito, me decía la gente mayor que el Gobierno peruano le debía a Tacna
50 años de presupuesto, porque los chilenos no habían hecho más que robos y asesinatos acá, que
solo Odría había hecho algo por nosotros, etc. Por eso, creo que desde el
comienzo me sorprendió el título de este “libro”: ¿Los chilenos en Tacna y el progreso alcanzado? Pues este texto está
hecho desde el punto de vista del “enemigo”. Pero no significa que sean
palabras mentirosas. El que lo lea completo, como yo, va a notar, muy a pesar
de nosotros orgullosos tacneños, que el autor de esto conocía Tacna quizá mejor
que muchos de nosotros y que parte de la información que nos da tiene alguna
apariencia de verdad. Examinémosla un poco.
_ Los
primeros títulos dentro del libro ya me ponían con ganas de nokear a un chileno:
TACNA Y ARICA durante
la dominación Chilena. LOS ALBORES DEL SIGLO XIX. Abandono de las Provincias
por el Gobierno del Perú.
Página
13
_ Ptm!!
Pero, no mienten del todo, al menos en eso de que Tacna, Arica y Tarapacá quisieron
separarse del Perú para formar parte de Bolivia. Eso ya lo había leído en el
libro de Basadre. Además, el gobierno peruano ignorando a las provincias?? Qué
novedad!!
Sin literaria
hipérbole, las provincias de Tacna y Arica pueden congratularse de la
administración chilena; y ésta, a su vez, puede sentirse complacida de su
propia conducta. Durante la dominación peruana, esas provincias del Norte no
conocieron la prosperidad ni siquiera los beneficios comunes que un régimen democrático,
bien comprendido y bien aplicado, difunde en todas las células de los
organismos republicanos. El abandono en que el Gobierno central de Lima las
mantuvo, adquirió caracteres injustificadamente punitivos para los habitantes
de la zona hermosa y legendaria que hoy se guarece bajo la protección de la
bandera de Chile.
Página
13
_ A
partir de aquí (página 21) el autor pasa a describir algunas de las
"grandes" obras que la administración chilena ha hecho por
estas postradas tierras de Tacna y Arica.
La descripción de estas, así como las expresiones grandilocuentes (como esa de
la página 26: "...fuerzas vivas que
avanzan a la conquista de un porvenir fastuoso para Tacna y Arica, y la glorificación del nombre de Chile")
me chocan, y creo que no solo a mí.
Por fin, la rueda del
tiempo giró favorablemente para Tacna y Arica y para sus descontentos
pobladores. La Administración chilena, consecuencia del Tratado de Ancón, se
esmeró en propulsar el progreso de la zona que se incorporaba a sus dominios.
Página 21
_ Aquí
el que habla con fervor soy yo, Bictor: la frase que vamos a leer como muchas otras
más son, indudablemente, exageraciones hechas para que los chilenos queden ante
el mundo como los pioneros en el Desarrollo de sus nuevas provincias. Mentira
tras mentira leo que estos hombres trabajaron con tantas ganas por una tierra
que ni sabían si sería suya.
Espero no estar uniendo a mi fervor algo de
ignorancia.
Porque,
como ya he dicho antes, lo que he oído es bien distinto: en el año 1929, Chile
entregó Tacna porque no era de importancia, le era una carga. Y Tacna, al
momento de la Reincorporación, estaba en una situación deplorable. Es lo malo
de no haber leído libros (o que no existan muchos disponibles) sobre esta época de nuestra
historia, como dije: yo escuchéeéeé nada más, que eso, escuché.
Este
texto presenta datos históricos que no he verificado que sean ciertos; por eso
tengo que afirmar que, o el autor es muy hipócrita, o es veraz, lo cual me resultaría desconcertante (“nada
se ha escapado a la influencia benéfica de Chile, como es fácil comprenderlo con
la estadística en la mano.”)
Y es que el Gobierno
de Chile no ha omitido sacrificios y ha vaciado sus arcas, con el fin de
impulsar el progreso de aquellas regiones predilectas y atender al bienestar de
sus moradores.
Página
28
_ Hablando
de la atención religiosa chilena en Tacna y Arica, hay una mención a un poblado
que años atrás disputábamos con Moquegua (HUAITIRE), o quizá otro con un nombre
parecido.
Al contrario, se
consideran felices bajo la sabia, discreta y educativa dirección de los
pastores chilenos, reconociendo en ellos el baluarte de una segura protección,
la garantía de una ecuanimidad perfecta, el desinterés de sus funciones. Por lo que respecta a la extensión de las
atenciones religiosas, los capellanes chilenos sirven permanentemente no sólo a
Tacna y Arica, sino también a las poblaciones secundarias, esparcidas en toda
la región, sin excluir las aldehuelas y villorrios de la abrupta serranía.
Ellos ejercitan, por ejemplo, su digno sacerdocio en Calaña y Pachía, en
Estique y Tarata, en Codpa y Putre, en Belén, Socoroma, Parinacota, Guayatire,
etc., etc.
Página
39
_ Luego,
trata de los aspectos más importantes de la vida de las ciudades de Tacna y Arica
en esa época: iglesias, industria, agricultura, agua, desagüe, etc. Siempre diciendo
que con los chilenos estábamos mejor que con los gobernantes peruanos.
_ Pasan
finalmente a describir un poco la
fertilidad de estos valles
tacneños y ariqueños.
Los pequeños valles
que interrumpen los desiertos que la forman, son de una gran fertilidad y en
ellos se producen todos los productos de la zona templada y de la sub-tropical.
Los valles regados por los esteros de
Azapa o San José, Lluta y Caplina, los formados por los diversos arroyos que en
la región de Tarata afluyen al Sama, y el de Vítor o Chaca forman la región
agrícola de la Provincia. De menor importancia es el valle inferior del Sama,
porque quedan en la ribera peruana la mayor parte de las tierras que este río riega.
Página
83
-.-.-.-.-
El
texto es corto, el la prosa no pasa de las 100 páginas; muestra imágenes muy sugerentes que pueden ver AQUÍ. Nunca está de
más conocer el otro lado de la moneda. Al contrario, es lo más recomendable que
podemos hacer. Justo de eso pienso hablar en otro momento: la gente que tiene
una opinión y solo escucha a los que piensan como ella.
Tenemos
una opinión chilena; nos faltan los otros dos países que también batallaron en
esa guerra infausta.
Interesantismo punto de vista, pero leiste los otros libros. Deberias terminar el blog.
ResponderEliminarSaludos desde Lima
Carlos, también están los comentarios a los otros libros. Míralos en estos links:
Eliminarhttp://tacnamanta.blogspot.com/2012/08/tacna-para-bolivia.html
http://tacnamanta.blogspot.com/2012/08/mi-infancia-en-tacna.html
Saludos
Interesante, siempre me ha llamado la atención la historia en especial la de la que fuera el antiguo departamento de Tacna (Tacna, Arica, Tarata, y Tacna Libre), creo que hay oportunidad para formar una opinión propia de lo que aconteció en ese periodo de nuestra historia.
ResponderEliminarExacto. Gracias por el comentario, Nahún. Se debe rememorar el pasado para no volver a cargar con sus errores, pero sin mezquindad ni revanchismo, aunque lo más importante sea mirar al futuro.
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