Segundo libro, por un boliviano:
Este libro fue escrito por un
boliviano y un chileno antes del año 1920. Busca un solo objetivo: que nuestra
querida Tacna, así como Arica pasen al poder de Bolivia. Tacna y Arica estarán
en manos de Chile hasta pasados 10 años cuando un referéndum (o plebiscito)
decidirá la suerte de las dos provincias. Así dice el Tratado de Ancón que nos
han enseñado a más no poder en el colegio. Perú le reclama a Chile que cumpla
su palabra; Chile inventa mil razones para retrasarlo.
Según el boliviano, hay tres
opciones para terminar con todo este problema.
1º. Que Chile se quede con Tacna
y Arica. Por la razón o por la fuerza,
jojojo.
El autor iguala nuestra situación
con la que pasó con la región de Bosnia-Herzegovina que el Imperio
Austro-húngaro se la quedó. A causa de esto, dice el autor para impactarnos*, se originó la Primera Guerra Mundial. En esa época todavía
había peruanos que confiaban en recuperar hasta Tarapacá. Lean esta opinión
peruana: «No conviene adelantar en esa negociación, aunque sean muy sanas las
intenciones del negociador chileno, porque, si solucionamos la cuestión de
Tacna perdemos las expectativas sobre Tarapacá”.
2º. Cumplir con el Tratado, lo que haría un
caballero, ¿verdad?, o sea: realizar el Plebiscito.
EI plazo de los diez años para practicar
el plebiscito estipulado venció en 1803, hace 25 años, y ese acto no se ha
realizado, ¿por qué? En conciencia podemos afirmar que no se ha realizado
porque Chile lo ha estorbado, oponiendo todo género de dificultades y de
expedientes dilatorios. En Chile se ha culpado al Perú por la demora en los arreglos
para el plebiscito, pero no parece que se pudiera comprobar este argumento. A
la inversa, en el Perú se culpa a Chile.
Y una tercera razón más que no me
acuerdo.
Si Chile niega el Tratado de
Ancón, “Chile pierde, ipso facto, el derecho legal a la posesión de Tarapacá y
entonces el Perú tiene el suyo expedito para pedir su devolución."
Y así, sin más razón que el
sentimiento, pasa a decir que los tacneños y ariqueños debemos quedar en manos
de los bolivianos: “Es evidente que no
conviene para la futura paz, tranquilidad y seguridad de Chile que los territorios
de Tacna y Arica recobren la nacionalidad peruana, ni tampoco que asuman definitivamente
la nacionalidad chilena; lo que a Chile verdaderamente conviene es que formen
parte integrante de la Republica de Bolivia la cual pertenecen por la Geografía,
por el orden natural de las cosas y hasta por el sentido común. Desde luego
esos territorios serán con mucha probabilidad definitivamente, perdidos por
Chile, cuando se trate con seriedad el asunto que tarde o temprano, será
decidido por un tribunal internacional."
Luego aparecen partes de
documentos medio aburridos (seguro que el autor de este texto era abogado) y otra
vez nos empieza a comparar, ahora con las provincias francesas de Alsacia y
Lorena que los alemanes les quitaron en la guerra franco-prusiana.
Este fragmento es muy
interesante, y lo copio enterito, es de un periódico del Perú que reclama justicia con clamor emotivo; página 27:
“Chile, agrega el diario peruano,
nos agredió injustificadamente para despojarnos de un bien legítimo nuestro, obligándonos por la fuerza, el otorgarle un título
de propiedad, cuya nulidad arranca del mismo hecho de su violencia. Tampoco tendría
derecho el Gobierno para ceder una sección del territorio, dado que solo era administrador
y que, además, lo prohíbe nuestra Constitución vigente ahora y entonces; mucho menos
tenía derecho para entregar, sin previa consulta, como un rebaño, a numerosos núcleos
de habitantes, cuya nacionalidad solo ellos tienen derecho de disponer. Todo esto
tiene que tomarse en cuenta en estos tiempos que vienen de reparación de injusticias
y el reconocimiento de los derechos violados de los pueblos».**
Página 30. El boliviano llega a
su tema central: Conviene a Chile, y sin duda al Perú, también, proponer un tercer término
y procurar que sea aceptado. Para Chile no habría problema de “perder”
de Arica y Tacna para dárselas a Bolivia. Chile tiene muchos puertos y lo mismo
el Perú, pero Bolivia ninguno.
Continúa el autor dando muestras
del apoyo (verbal) que recibe la causa boliviana de una salida al mar por otros
países, desde EEUU hasta el Brasil; y además de los medios de prensa escrita de
aquel entonces siguen citando los casos europeos para validar la petición
boliviana (Los periódicos anuncian que las Potencias Aliadas de la Entente ha
acordado exigir como una de sus condiciones de paz del
estado libre de Polonia el acceso al mar**. p36). Buenas
intenciones, y nada más que eso.
Más tratados y artículos... L
La queja boliviana: p 43 “¿Es
razonable que Chile y el Perú ocupen un cuarto de siglo en reñir por el territorio
de Tacna y el Puerto de Arica, que ni uno ni otro necesita para su seguridad o
desarrollo, al paso que a Bolivia se le mantiene encerrada en el corazón del
Continente, sin salida propia? Cuenta con un centenar de puertos a lo largo de
toda su dilatada costa, y el Perú tiene otros cincuenta. ¿Les hace falta uno más,
Arica? ¡Seguramente, no!"
¡Diantres! ¡Ese hombre está loco!
¿Qué sería el Perú sin la Tacna del Bolo, del picante, la marraqueta y sus
pujantes nuevas generaciones?
Pero bueno, lo que propone este
señor es lo siguiente: que Bolivia se quede con Tacna y Arica y nos dé un
territorio más o menos de ese tamaño, y pagarnos diez millones de pesos. A Chile, le
pagaría también sus 10 milloncitos. (p. 45)
Y así se despide: “Al redactar el
estudio que precede, hemos sido guiados por el deseo de servir a nuestro propio
país, por espíritu de justicia hacia Bolivia y de equidad hacia el Perú. Creemos
que con el arreglo propuesto, el Perú nada perdería; Bolivia ganaría mucho, sin
perjudicar a nadie; y Chile desprendiéndose de los territorios de Tacna y Arica
en favor de Bolivia quedaría más tranquilo, más seguro y más fuerte, que con
esa brasa de fuego en las manos.” (p.47)
Agustín Ross.
La segunda parte, si no me equivoco,
la escribió un chileno (Luis Barros es el nombre del autor de esta segunda
parte). Habla un poco acerca porqué Chile ha querido retener Tacna y Arica por
10 años y más: no tanto para quedárselos, pues no los necesitaba mucho, sino
que lo hacían pensando en Bolivia; para que al momento de que ellos se quejen o
pidan su salida al mar, como Chile se los había prometido, lo haga por estos
territorios, y no por su antigua posesión (Antofagasta), cosa que los diplomáticos
peruanos no han considerado. Pp. 53-54
En 1895 hubo un tratado medio
secreto en el que Chile y Bolivia decidieron entregar Tacna y Arica a este
último. Yo ni enterado, en el colegio no me enseñó eso la profesora de
Historia.
“Normalón”, dicen lo chilenos, dales Tacna y Arica, pero no más allá
de Vítor, porque allá hay buen salitre que nos va a servir en el futuro.
Como que hay algo de
contradicción con el libro anterior, que dice que Chile quiere mucho mucho a Tacna
y Arica y las quiere para sí. En el otro libro (escrito por un chileno se
acordarán) aparece el país del sur muy interesado en estas "provincias del
norte".
Pasa finalmente a tratar de asuntos
concernientes al comercio entre Chile y Bolivia… aburrido.
Uno de los fragmentos interesantes
es el siguiente de la página 85 que anoto ahora y con eso termino por hoy:
EI patriotismo
no se considera ya en la precisión de desear, junto con las mayores ventajas comerciales
para el propio país, que los demás pueblos con que se halla en relación, sean débiles,
pobres o mal gobernados; hoy todos saben que el patriotismo, la energía de
carácter y la clara concepción de los propios intereses, la saben sentir todos
los pueblos con igual intensidad y que en la riqueza y en el progreso de las demás
naciones es donde puede más seguramente hallarse la riqueza y el progreso de
propio país.
El libro lo tienen AQUÍ.
---.-..--.-
* Y algo tiene de razón.
** Resaltado agregado.
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