El viernes se cortó el agua en mi casa a
eso de las 8 de la noche. Quería hacerme un matecito de anís
y bajar el sanguchón que me había empujado, pero ya no pude y tuve que salir a
comprarme un emoliente en la carreta de la casera. El agua, han dicho, se va a
racionar algunas horas debido a la sequía que está ocasionando en todo el sur
la presencia del Fenómeno El Niño.
En todo Tacna, desde muy pequeños, se
nos ha enseñado a cuidar el agua. Es un bien sumamente escaso, muchos distritos
no la tienen las 24 horas, a veces anda medio sucia, el calentamiento global
nos va a malograr más, tenemos malas cañerías, las minas se lo llevan, etc. Y
ahora el bendito El Niño. En otras ciudades, he visto cómo la gente usaba agua
que hasta asustaba. Hacían correr el líquido por el desagüe sin control y les
iba y le venía. Por esas zonas no había mucho problema de almacenamiento de agua,
así que a la población no le preocupaba tanto; sobre todo y valgan verdades, el
costo del agua en el Perú es muy barato. Un diario decía hace poco que los
peruanos gastamos más agua que los europeos. No leí la noticia pero infiero que
el bajo costo de los recibos es un causante de esos excesos.
Y en cuanto a la minería, en la radio
escuché hace unos días que la Souther se lleva cuatro veces más agua que el
conjunto de la población de Tacna (1950 m/s vs 500 m/s) lo cual es simplemente
una desproporción digna de crítica. No se declara en emergencia hídrica a Tacna
por presión o condescendencia con la minera, decían en la misma emisora. Si se
confirmará el problema hídrico de la ciudad (como si no se notara a simple
vista), habría mucha presión a la Souther para que ceda su cuota de agua a la
población que, indudablemente, la requiere más. La ley en que se ampara la
empresa está mal hecha, al parecer, entonces se la debería modificar para el
bien de nosotros, los pobladores. También por ahí se comenta que hay
agricultores choros, que se llevan más agua de la debida.
Aunque, en última instancia, el problema
no es la falta de agua. En breve colocaré un ilustrativo artículo que refiere
que tenemos “agua como cancha” y que
su inmensa mayoría se va al océano. La cuestión está en que no hemos sabido
guardarla, represarla, debidamente; tampoco se la distribuye coherentemente.
Es, pues, más un problema de gestión del agua que de su carencia. Apenas y en
Tacna tenemos represas. Teniendo en cuenta que estamos en una zona desértica, las
autoridades debieron planear las cosas hace décadas; pero todos sabemos su
incuria, de las autoridades locales y nacionales. El PET es un completo
fracaso; no sé qué se espera para cerrarlo y buscar una alternativa más eficaz.
En fin, en el artículo que transmitiré
(en una nueva entrada ya que, otra vez, escribí de más) se afirma, con datos de
la ONU y el ANA un mentís interesante a la afirmación de que en el país el agua
es un bien harto escaso y que estamos en las postrimerías de una guerra por el
elemento. Es una columna que encontré hace tiempo en el diario local Sin
Fronteras. La guardé porque me pareció interesante, pero no había pensado replicarla
hasta ahora que el tema del agua se ha vuelto más álgido que de costumbre. El
artículo se titula “¿NOS FALTA AGUA?”
y está escrito por el señor Guillermo Vidalón del Pino.
Ah, me olvidaba. Mientras iba tipeando
el contenido de este artículo, pensaba quién sería el tal señor Vidalón, se
veía que tiene buena pluma y está informado del asunto, así que googleé una
sección del artículo…y resultó que “¿NOS
FALTA AGUA?” estaba publicado en varias páginas de internet. Vaya, y yo que
pensaba que el señor Vidalón era un columnista tacneño, en fin. Me ahorré media
chamba e hice copy/paste a la otra mitad que aún no había tipeado.
Para sincerar las cosas, internet dice
que el Sr. Vidalón del Pino es superintendente de RR PP de la Souther. Sin
embargo, no son los cargos, sino argumentos los que deberán quitarle la razón
al columnista.
De todos modos, si a un tacneño le
preguntas “¿NOS FALTA AGUA?”, su respuesta será, definitivamente, sí. El punto
está en el porqué.
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