LA biblioTECA parte 2

Esto viene de LA bilbioTECA PARTE 1 :

Vayamos a la Biblioteca pública de Tacna.  Como que muchos de nosotros ni sabemos que existe una biblioteca grande en Tacna; otros saben de ese cruce entre las calles Apurímac y Bolívar solo porque allí se reúnen los marimachos cuando se pone el sol.

En fin, para que la vayan conociendo, dejamos  unas fotos propias, de nuestra TECA.

Imaginamos que la autoridad local, «interesada» en el patrimonio que representa este pequeño centro del saber, dacedió hace un  tiempo remodelar la edificación, y hasta modernizarla, lo que le salió bien.  En el Youtube he visto filmaciones de unos chicos ayudando a la restauración (de paso,  me pirateé una de sus imágenes para CORTO HAY PARTE 2). En Tacna, ya, nos dirigimos la local para verlo con nuestros propios ojos. Bonito ha quedado.

Es un local más  moderno. Hay computadoras para la consulta bibliográfica; mayor orden, limpieza, elegancia, iluminación y seguridad. Hay un señor vigilante a la entrada que no te deja pasar si antes no te has identificado. Antaño, cuando se sentía la urgencia de ir al baño y se estaba cerca del Centro, lo más cómodo para uno era dirigirse a la TECA y desaguar el espíritu en sus instalaciones sanitarias  gratuitamente. Hoy, la cosa es más difícil, aunque así debió ser siempre. Las gracias y reconocimientos merecidos a quienes lo hicieron posible. Entre ellos, la autoridad.

Sin embargo, deslucen a estos hechos, desde todo punto de vista positivos, otros mucho menos felices.

Especial y extrañamente, el tiempo de apertura del local se ha reducido considerablemente a como era años atrás. Ahora hay «turnos» de mañana y tarde. Uno ya no puede ver cómo anochece desde el interior de la TECA. Las luces artificiales ya no son necesarias: culmina la atención al público antes de las 17  horas, y los sábados el candado protege el local de lectores todo el día.

Resulta evidente que esta reducción temporal es decisión de la autoridad. ¿Alguien se quejó? ¿Alguien se justificó? Difícil que yo lo sepa; po ello, es aquí donde el diario TACNAMANTA y sus comentaristas volverán a entrar en escena y, a la vez concluirán mi posteo, que esta vez sí es actual.

-       B1: Yo iría a leer, pero no me das tiempo. Salgo de la chamba a eso de las 18 horas, y cuando llego de la Universidad a la TECA, esta se encuentra cerrada.

-       B2: Oe, pero antes cuando estaba abierta tampoco ibas. 

-       B1: Sí, pero uno nunca sabe cuándo vienen las ganas de leer. El sábado, cuando no voy al cole, se me podría ocurrir hacer las tareas allá y leer alguito, solo o acompañado de mi esposa. Sin embargo, ya no puedo. Además, qué te costaba ser más creativo y promocionar la TECA. Un par de marqueteros no te habría caído mal.

-       B2: Y después tú te quejabas de que  gasto plata en más burocracia; como si no te conociera.

-       B1: Güeno, tío, tú también das motivos pa desconfiar. De todos modos, ahora los ciudadanos tenemos Internet.

-       B2: ¡Sí! Eso mismo iba a decir, y aun más. La reonstrucción y la reducción horaria las hice para colocar a la TECA  en una perspectiva superior a como era antes. Los tiemos cambian y hay que ser realistas. La TECA ya no es indispensablem aunque es nuestro deber tenerla como símbolo de las letras en nuestra ciudad.

-       B1: No comparto del todo tus ideas, pero algo se puede rescatar de ellas. Se esta ha sido la verdadera motivación de tus actos… quién sabe…

-       B2: Claro que sí, muchacho. Si yo soy tu autoridad, la que tu elegiste sabiamente en democrática e informada elección popular. Ya sea siendo tu amigo simpático o tu capitán, ves lo benéfico que he sido para tu desarrollo en mi innumerable lista de obras.