COMENTARIO

El sueño de la mayoría de los padres y madres en Tacna que tienen hijos en el Quinto año de Secundaria es verlos ingresando a la Universidad; y el de los colegiales, quizá, también. Aquellos que estudian ingresan. Se ve, se nota, se percibe, aprecia y observa que a los jóvenes no importan demasiado los honores propios de una admisión con primer puesto; sino, únicamente, ingresar. No todos, por supuesto; pero sí los más.

El nombre de la Universidad es exultante. El que conoce un poco de la vida y obras de Jorge Basadre sabe a lo que me refiero. Pertenecer a una Institución que tiene como patrón a tan ilustre persona debería impeler el deber y la motivación de buscar así de destacados hechos como los que hizo el señor Basadre; y, una opinión personal, es que no ocurre tal.

Muchos de los escritos o textos de esta “página” como el SÍLABO o el PEDIDO de los estudiantes, y hasta el mismísimo nombre de UNIVERSIDAD NACIONAL DEL PISCO Y DEL AGUARDIENTE pueden ser tomados a  modo de broma; pero, con eso aun,  sea posible, tal vez, encontrar unas cuantas verdades. Sin afán insultante y sí con afán apremiante. El tiempo urge para hacer algo.

En tales cavilaciones y rompimientos de cabeza uno se encuentra con la considerable cantidad de textos de docentes y administrativos en donde las frases de Basadre son citadas a montones; decir que esto está mal sería decir un disparate; pero, ¿Cuántos le toman atención a dichas frases? En las exposiciones y debates que he visto en los salones de la “U” se oye de futuro, de esperanza de los jóvenes, de espíritu universitario; en lo fáctico, de eso, poco se ve. No hay mucha relación entre dichos y hechos. Falta congruencia.

Decir que la Universidad es pésima es decir una mentira. Las cosas rescatables en  nuestra Universidad son rescatables.

Decir que en la Universidad no se aprende nada es decir una mentira. Ahí se encuentran cosa que no se encuentran.

Decir que las Universidades del país son poco útiles y que es mejor aprender solo es decir parte de mentira. Cómo no recordar el mejor ejemplo que dio una Universidad en el Perú, en la década de 1920. Así, tal cual escribió un catedrático: “¿De dónde salían estos muchachos del Conservatorio Universitario, como el juvenil Raúl Porras, capaz de trazar tan justo retrato? Amanecía el siglo, ¿qué estudios, qué secundaria, los preparaba hasta ese grado de claridad y de anticipada maestría? ¿Al juvenil Vallejo? ¿Al juvenil Haya de la Torre? ¿Al juvenil Basadre?”. Y uno se pregunta también: ¿qué tuvieron aquellos preclaros que no tengamos nosotros? El quiebre está en que ellos decidieron superarse y así superar; dando más que pidiendo.

 El 26 de agosto de 1993 la UNJBG le concedió el grado académico de DOCTOR HONORIS CAUSA POST MORTEM  al HISTORIADOR  don JORGE BASADRE GROHMANN, en honor a su larga labor en vida.

Será, pues, que aún la institución universitaria tacneña no tenga el mérito de llevar el nombre de Jorge Basadre más que porque éste es el lugar de su nacimiento. Será que está todavía LAUSINBASADRE.  Al pasar el tiempo, con verdadero trabajo desinteresado y esforzado, la preposición que denota carencia o falta, SIN,  cambie y sea LAUCONBASADRE. Todo estará dispuesto a que llegue, al fin,  a ser la Universidad que habrá deseado Jorge Basadre haya en su tierra. Allí será, entonces, LAUDEBASADRE.