.Paresçenos una digna estoria la leida, compuesta en este esstilo que es llamado de pie chueco por el su escribidor. En el ponçoña habemos nunquas alguandre, sino sola mientre sana doctrina predicada contra las baxas pasiones. Ca nos dize el autor mucho sobre la «escasa gracia» e « desagradable concepción» comun a omne que non este repentido del vizio. Para el poeta, es la su responsabilidad fablar nos de la dehesa de la virtud, lo escuro de trocar la recta semda «mas dejó vástago, negro cual noche». Galano juvizio el de Bictor el que nos a vos requisimos, ca es bien sabudo el esfuerzo que el ha por non haber amizat con la tentaçion del sieglo. Nadil quiera quitar al poema el su espirital valor. Es la opinión de nos, resumiendo, haiga mas tratados con este arte recto y provechosso.
.Por mayor fuerza que se busque colocar para ver este poema a semexanza de los versos antiguos, los comentadores pasados no han podido sustraerse al fecho de que NO ES IGUAL a aquéllos, sino mexor. En la evoluçión poética de Bictor, no en su continuidad, radica el verdadero aprecio por este poema. Los versos de este pequeño esbozo acusan fuerza, çierta obsesión y el alivio final de dilemas no nombrados ante los que, finalmente y ante todo, de sí mesmo paresçiera reírse. Desinteresado del a vanalidad de su tema, esta nueva tendenzia indica el marco de un nuevo rumbo.
.El breve poema en exposición anuncia una interesante tendencia en ciernes. Ante las cumbres, excelsas o cortas, de las poesías, la nueva generación de escritores nos propone esto. El pie chueco elaborado por Bictor se manifiesta a los críticos como una original refabricación de los versos que usara Manrique en su obra cumbre. Siguiendo, empero, las corrientes anteriores, el poeta ha querido, 1) darse licencias de métrica; 2) abundar en preposiciones y artículos; 3) expresar cierto desprecio y; 4) ironizar un tema delicado (ño cual, para nosotros, no mengua el valor de la obra).
Es, por ende, aplaudible la creatividad del poeta quien ha querido contarnos, inteligente y hábilmente, un infanticidio como perfectamente se desprende de lo escrito por Bictor.
.La búsqueda de significados en esta poesía bictoriana, a lo largo de los tiempos, ha generado interpretaciones diversas. No es extraño y, por tanto, no debiera tornarnos al desánimo o escepticismo en cuanto a su sentido. La riqueza de este escrito se confirma en la continua reconstrucción de su ser real. Tales conocimientos merecen ser rescatados, como así ha sucedido a través de las diversas críticas: nos ayudan a comprender mejor el texto. Ahora nuestro granito. La apreciación más cercana nos parece la más real. El escritor exalta sus hechos (mostrando tinieblas en cuanto a valores) compartiéndonos su desprecio por los neonatos, y aun por la familia. Nótese, además, la aversión del poeta hacia el acto sexual: «…mientras recordaba su desagradable concepción». El remordimiento, no lo lleva a arrepentirse, sino al olvido necesario junto con el término de su poesía.
.A más de la lectura de interesantes textos nacidos del plan de crítica al poema en pie chueco de Bictor, no nos parece perentorio añadir otro tanto a estos palimpsestos, lo que, a fin de cuentas, no poseerán valor alguno, pues serán muy poco útil, y en nada terminante.
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Hoy, no tengo tanto escepticismo. Esto se debe – más que a los efímeros encuentros universitarios con la teoría literaria- a alguna madurez de razonamiento. Valorizo mejor la interpretación de Literatura y a quienes la elaboran. Vale la crítica (aunque no siempre); mientras quite el estudioso prejuicios (si los hubiere) tanto al autor de la literatura como la las ideas del autor de la literatura, pues muchas veces éstos, en lugar de usarse constructivamente como una referencia para la hermenéutica, tuercen el «sentido» de la obra haciendo la crítica un panegírico (en caso comulgar con la figura y sus ideas) o un libelo (en caso contrario).
No creo, con todo, en toda interpretación como válida, y menos definitiva. Piénsese nada más las «inspiraciones divinas» de tanto pastor con la que «interpreta eficazmente» la Biblia. Hay comentarios que distorsionan mucho la obra en cuestión. En el caso que surjan apreciaciones diferentes puede deberse, si no son malintenciones o las malinterpretaciones, al hecho de que los textos literarios, en cuanto arte, son ricos en significados al grado de presentársenos multiacepcionales. Entonces, puede estudiarse con esperanza interpretadora buen número de obras literarias. La mayoría de ellas han sido escritas por algo, con una intención o fin determinado, porque los escritos no intencionados serían escasísimos y casi nunca conocidos.
Objeto de la Crítica literaria son los llamados géneros literarios (narrativa, lírica, teatro). Las publicaciones científicas no me parecen de su competencia, por haber sido redactadas lo más objetivamente posible.
En cuanto al periodismo escrito, es un aparato social, manipulable, por lo que podría competir con la Literatura la característica de tener un mensaje entre líneas además del captado a primer ojo. No obstante, para esto tendríamos el Análisis crítico del discurso, que es como una crítica literaria social.
Al fin y al cabo, el verdadero sentido de mi poema se basa en un granito que me salió en la cara. :)