Ahora,
con un concepto más claro de COMPILACIÓN, voy con lo mío.
A
propósito, una compilación seria no se elabora tan fácilmente coma la descrita
en COMPILACIONES 1; requiere muchas otras especificaciones. Pero, con todo,
sigue siendo una colección de rezaos
ajenos.
La
compilación es una colección de pensamientos de otros. La vena del compilador
está de viaje y casi no interviene en el texto que él mismo “diseñó”.
La
experiencia: en la Universidad, la profesora de Antropología nos animó a crear
un libro. “Sí –decía-, no saben lo que
sirven esas cosas para su futuro currículo.” Al principio, pareció una idea
muy interesante; pero luego agregó: “De
este tema X, ahora se van a internet y me buscan un artículo cada uno; juntamos
todos, lo imprimimos bonito y sacamos un libro. Luego ya ustedes ve cómo los
venden o regalan. Ya ven, solo yo les doy este tipo de oportunidades.” Y
nos mostraba, ufana, algunos libros de
su autoría: compilaciones sobre su rama del saber.
¡Qué
ideota! A favor de la profesora, le admito todo lo que dijo solo porque, con
las justas, llegaba a magíster.
Aunque
Borges: coincido un poco con lo que decía el maestro argentino. En realidad,
todo o casi todo, lo que se escribe viene a ser “copia” de lo que otro ya había
dicho, quien también copió de otro (los famosos palimpsestos). Pero, en el toque
y aporte propio de esa copia lo que hace verdaderamente valioso el resultado.
No
critico a quien retransmite explícitamente información de terceros. Yo también
lo hago y lo seguiré haciendo (mientras la información sea valiosa). Hablo
desde mi experiencia estudiantil: poner como MI aporte a la Ciencia un conjunto
de textos de otros no merece la cabida en un currículo de vida.
Si
no es de mí, ¿de quién voy a hablar?
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