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Notoriamente indignado y morado ante tan palmaria muestra de ignorancia por parte del vulgo, dejé a un lado a las personas y me fui con mis amados libros. Fui a la Biblioteca Pública.
Como era sábado y no atendían, pedí ayuda a unos amigos que me mostraron una solución para entrar.
Eran como las 7 de la mañana...
Entré con todo el optimismo del mundo...
Pero, a las 11 de la noche del mismo día...
Naa de naa...
¡Rayos! Diez horas buscando entre esa masa de libros y nada. Ya me estaban doliendo las posaderas de tanto estar sentado. ¿Cómo es posible que ni Saussure, ni Hjelmslev, ni la tía Hildebrant hayan investigado esta palabra?
Viendo que nadie de este mundo se había interesado en investigar, me pareció oportuno preguntar a alguien que se hallaba en un plano distinto al nuestro…
Un fumón
bajo los efectos de algún material alucinógeno. Tal vez, en aquellas prohibidas profundidades, encontraría una pista a mi búsqueda.
Oiga, señor; dígame qué significa HAY. Nadie sabe pero yo creo que usted es más sabio
que todos. Usted me entiende…Señor…señor… ¡Señooooor!
Caracoles. Ese pata sí que estaba muy lejos.
Un mes después, desilusionado por los escasos frutos de mi búsqueda, me encontraba haciendo lo que la mayoría de los de mi edad; esto es, perdiendo el tiempo.
Pero ante mí apareció inesperadamente alguien que renovó mi deseo de buscar…
Aparentemente, existía un lugar y una persona que podría resolver mi problema. Teniendo la dirección en la hoja -decía: "anexo de Piedra Blanca en Calana, cerca de un cerro y dos granjas de pollos"-, me dirigí sin demora a ese pequeño y olvidado lugar…
Ingresé a un oscuro ambiente, impregnado de misticismo… Y muy pronto, me encontré con él…
Él me invitó a tomar asiento…
cosa que hice inmediatamente.
Cara a cara, él me dijo
Sé lo que estás buscando
Me turbé por completo. ¿Será posible que este desconocido con cara de maleado tenga la respuesta? Y si así era, ¿me cobraría por la información? Yo no tenía ni un sol
Mientras filosofaba de esta manera, él me arrojó un libro…
¡AY!
Pero lo comprendí. En ese texto estaba todo.
Pasé varias páginas con nerviosismo. Encontré H A Y …
pero no tenía nada de revelador.
Dejé el libro y le dije a él...
ESO YA LO SE
Pasado un instante de gran suspenso, él se acercó a mí, y me lo dijo:
Se habían escuchado rumores de los números inconmensurables. Los reportes sobre PI y el número de Euler indicaban con claridad la presencia de una hipercivilización extraterrestre ultradesarrollada y sin nariz que ocultaba mensajes en lo más profundo de sus dimensiones…
Si alguno de nosotros llegara a tomar a profundo la Semiótica Existencial Posrrelativista de Júserl podría deducir fácilmente una conspiración mundial de la palabra H A Y y que esta se hallaba inserta en la trama del tiempo.
¡Wau!
Después de esto, él me preguntó si, a pesar de esta asombrosa revelación yo deseaba continuar con mi búsqueda, a lo que respondí, valientemente y sin ningún tipo de intimidación…
Eh…bueno… ¿sí?
Irritado, él llamó a sus hombres, que exclamaron…
Entonces tendremos que hacer nuestro deber.
la última parte