Soy de TACNA, y escribo desde acá ocurrencias propias y no necesariamente por coyunturas.

martes, 25 de febrero de 2014

MITOS, ERRORES E IMPRECISIONES EN LA HISTORIA DE TACNA

Unas hojas que valen la pena difundir; en la clase de historia aún se escucha muchos anacronismos.
He tenido que arreglar la ortografía, sin anotarlo, para evitar los varios pedantes [sic] que tendría este pequeño texto . Un corrector de estilo, o al menos uno gramatical-ortográfico, hubiera borrado los mil y un errores que tiene este libro en cada una de sus páginas.





MITOS, ERRORES E IMPRECISIONES EN LA HISTORIA DE TACNA

Luis Cavagnaro


La preocupante perpetuación de informaciones incorrectas, recogidas “de oído” y divulgadas como dogmas de fe en recientes publicaciones, concursos y conferencias, merece un estudio debidamente fundamentado en la documentación primaria.

EL PRIMITIVO NOMBRE DE TACNA
Se decía que era Takána, con acentuación en la segunda sílaba. El historiador Juan José Vega ha demostrado que es Tákana, con acentuación esdrújula. De haber sido llana la sílaba acentuada, no hubiese desaparecido. Es el mismo caso de Chákara convertida en chacra y de Tárama reducida a Tarma.

EL INCA CONQUISTADOR
Hasta la década de los cincuenta, los historiadores se basaron en Los Comentarios Reales de Garcilaso. Así, Mayta Cápac, el cuarto Inca, habría sometido a la Confederación Colla con sus dominios de la costa, incluyendo Tákana, y que su antecesor, Yáhuar Huácac habría consolidado la conquista de estos territorios costeños hasta Tarapacá. Gracias a las investigaciones de María Rostworowski, hoy se descarta la obra conquistadora de estos dos incas, por corresponder a una historia inventada por Garcilaso para engrandecer la obra de sus antepasados Urin Cusco. Hoy se tiene la certidumbre de que fue el inca Pachacútec el que incorporó la confederación colla al Tawantinsuyo y Túpac Inca Yupanqui el primero que recorrió triunfalmente sus dominios, entre ellos, Tacna.



TACNA CARECE DE FUNDACIÓN ESPAÑOLA
Es cierto. No la tuvo como Ciudad o Villa de españoles. Sin embargo, fue una autoridad española, debidamente nombrada e instruida por el virrey Toledo quien llegó en 1573 para establecer la reducción de indígenas en el pueblo de Tákana. Este funcionario fue el licenciado Juan Maldonado de Buendía. Se trazaron las calles, una central o eje, hoy calle Zela, y seis “traveseras”, hoy Laso, Inclán, Unanue, 28 de Julio, Deustua y Arias y Aragüez. El nuevo pueblo de indios de Tákana fue puesto bajo la advocación del apóstol San Pedro. 

EL GRITO DE ZELA NO FUE EN POCOLLAY
El pueblo de Pocollay fue fundado en 1856, cuarenta y cinco años después del levantamiento de Zela. Además, todos los documentos, incluyendo declaraciones de los participantes, señalan con precisión a la casa de Zela como escenario de la histórica noche del 20 de junio de 1811 y a la pampa de Caramolle o De la Disciplina (hoy avenida Dos de Mayo) como concentración de las fuerzas insurgentes el 24 de junio. La confusión comenzó cuando, a poco de fundado Pocollay, el alguacil don Cirilo Carbajal erigió un monumento a Zela, en cuya placa se leía algo así como “En esta tierra se dio el primer grito de libertad”, refiriéndose a Tacna en general. Además, la justificación que dio el autor de la iniciativa fue que, en todo Tacna, no existía un monumento que perennizara la gesta de 1811.



MUERTE DE ZELA
No se ha ubicado la partida de defunción del prócer. El señalamiento del 28 de julio de 1821 como fecha de su fallecimiento es más una alusión alegórica. Por documentación recientemente exhumada, se puede deducir que Zela dejó de existir antes de 1819.

FECHA DE CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO
Equivocadamente se registra que fue el 25 de junio de 1875. La creación es mucho más antigua. El 27 de abril de 1837, el presidente Santa Cruz creó el Departamento Litoral de Tacna y, como tal, funcionó hasta 1839. El Congreso de Huancayo, que había dejado sin efecto todo lo legislado durante la Confederación Peruano-Boliviana, mantuvo esta jurisdicción. Sin embargo, modificó su denominación designándolo como Departamento de Moquegua y adicionándole la provincia hermana de este nombre y quedando Tacna como capital de este extenso departamento que iba desde el río Tambo hasta el Loa. Así se equilibraban las rivalidades provincianas. El 25 de junio de 1875 se modificó el nombre de todo el departamento, denominándolo Tacna y separándose de la Provincia Litoral de Moquegua. Esta fecha es, desde entonces, más memorable para ese departamento que para el nuestro.



LA FUENTE DE LA PLAZA DE ARMAS
No es obra de Gustavo Eiffel, ni fue obsequiada por el presidente Balta. Son leyendas que se han enraizado inexplicablemente. Los libros de acta de la Municipalidad de Tacna que existen en el Archivo Departamental demuestran que de la firma Hughes la que, en cumplimiento de una de las cláusulas del Contrato de la obra del Uchusuma que lo comprometía para dotar de agua potable a la ciudad, adquirió, trasladó desde Europa e instaló la tubería, cuatro pilones y una pila en la Plaza de Armas. La fuente, cuya “cuña” fue esculpida por el francés Paul Lienhard, se fundió en Liverpool y fue traída a América en los vapores “Guillermo” y “Mersey.”
Siempre se dijo que el conjunto escultórico de la primera fontana representaba las cuatro estaciones. Como existen fuentes similares en Lisboa, Valencia (España), dos en la avenida 9 de Julio en Buenos Aires, en Córdoba (Argentina), en la Plaza Victoria de Valparaíso, en Nueva Orleáns y en Liverpool, se ha buscado información en alguna de las referidas ciudades. En muchas de ellas se devela la intencionalidad del escultor: se trata de dioses mitológicos: Neptuno, Adonis, Galatea y Anfitrite.


pp. 209.211


De Nueva Historia General de Tacna, Edición 2001 

viernes, 21 de febrero de 2014

KYRIE ELEISON

No es novedad que la escuela actual no nos educa para la vida, y una cosa que no enseña es, paradójicamente, a saber afrontar la muerte propia o de un ser querido. Reivindicando –irónicamente- a la escuela, anotaré lo único que recuerdo alusivo a la muerte que aprendí como tantos, en aulas,  aunque en realidad no tenga más que un valor anecdótico. Es este “aprendizaje”, la famosa obra de Manrique:


Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.


Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.


Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.


Para alguien de familia pobre, la vida está marcada por el trabajo duro y continuo, con poco tiempo de solaz. Sin embargo, tan importante como lograr el duro pan de cada día, es saber apreciar a la familia que nos tocó, y eso no precisa dinero para lograrse. Pero aun estando así al alcance de nuestras manos, cuán torpes somos para ni eso hacer tanta y tantas veces.


Cómo quisiéramos no sufrir la muerte;  cómo quisiéramos no afrontar la de nuestros caros, o no tener forzosamente que vivirla antes de aprenderla. Pero es lo que es, no la podemos aprender sino sufriéndola.

martes, 18 de febrero de 2014

DE BLASONES Y LINAJES

Creo que se debe revalorar el aporte de los tacneños y de Tacna en general. Es muy positivo ver muestras de esto con mayor frecuencia que antes. Que esta tendencia no esté dirigida únicamente a lo pasado, sino también a lo presente, al ahora que es Tacna y quienes la integran. Desde este lugar, siempre se ha tratado de incentivar esta reinvindicación.

En uno de los pocos libros que tengo sobre Tacna, que adquirí cuando estaba en el colegio para participar un concurso de Historia que daban en la radio, aparece una lista onomástica muy interesante y necesaria de difusión. Allí se nombran algunos apellidos dignos tanto -o más- del título de TACNEÑOS que el de los -ilustres también- apellidos de otras zonas, por ser aquellos de mayor arraigo y tradición que estos. 

Con todo, no es el apellido el que hace al hombre y, como escribiera alguno de los Bonaparte: "Quien sirve a su patria no necesita antepasados." En el párrafo siguiente, la cita del libro.


Cúneo Vidal ha hecho una relación pormenorizada de los nombres indígenas, de evidente origen totémico, que terminaron convirtiéndose en apellidos, que existieron o felizmente existen en el ámbito sur peruano. En el valle del Caplina, los siguientes: “Ara, Ale, Ari, Aruquipa, Alanoca, Acabana, Estaca, Quina, Quea, Quelopana, Sissa, Huisa, Vila, Vilca, Huanca, Condori, Yupanqui, Mamani, Quispe, Perca, Caqui, Caqueo, Caquela, Coca, Copa, Yura, Yucra, Yufre, Cani, Cane, Cano, Calisaya, Choque, Coaguila, Colque, Copaja, Siña, Parcajane, Callapa, Chambilla,  Ticona, Ninaja, Chambi, Ume, Quilla, Acero, Churi, Arucutipa, Maita, Nina, Paico, Condorpusa, Chuquima, Aica, Chuchuca, Lupi, Lupistaca, Mulli, Lanchipa, Chamulla, Osnayo, Marca, Cata, Leme, Menguño, Silisquia, Conchalique, Chuca, Allanta, Collagua, Cafore, Oxa, Pillco, Lima, Limache, Cataña, Checa, Ucho, Sama, Calagune, Quinquiche, Quelo, Para, Isquiña, Queque, Inasso, Quenasso, Coassa, Cali, Illacapo, Chumu, Minchipa, Chino, Anaca, Chacato, Lacra, Chipe, Chiri, Tabaya, Chucama, Chumacamar, Yanti, Caylo” … omitiendo apellidos de inconfundible ancestro tákana como Alay, Silimia, Quequesana, Huarachi, Humire, Pango, Chura, Talasi, Llangato,  Paja, Solaica, Roque, Quenca, Nina, Tara, Cama, Ocharico,  Cute, Leme, entre otros. (p. 58)


De Nueva Historia General de Tacna, Edición 2001. 

También aparece una pequeña relación sobre Tarata “y sus antiguas dependencias de Putina, Coruca, Sama y Mauri...” que, por razones de tiempo, no puedo colocar ahora.






*El título es solo referencial.