Soy de TACNA, y escribo desde acá ocurrencias propias y no necesariamente por coyunturas.

jueves, 28 de agosto de 2014

LA BANDERA PASA

A propósito de la Procesión que ahora pasa por nuestra ciudad en su aniversario. Feliz día a Tacna.


LA BANDERA PASA

Autor: Enrique López Albujar

Allá viene la bandera
la bandera roja y blanca.
Cien mujeres la rodean
cual collar a una garganta,
y cien manos, echas nudos,
la mantienen levantada.

Cien mujeres que le arrullan,
cien mujeres que le cantan
y la inciensan con el humo
de sus férvidas miradas,
y cien manos que al fin pueden,
tras de espera triste y larga,
cuando ya de esperar tanto
parecían fatigadas
recogerla, reverentes,
ya la luz del sol pasearla.

Ya se acerca la bandera,
ya se acorta la distancia,
ya sus franjas rojas veo
enlazadas a otra franja,
como labios que exhibieran
reventona, una flor blanca.
Y al mirar ese exultante
simbolismo de la Patria
mis pupilas se húmedecen
se estremecen mis entrañas.

Oigo voces clamorosas
y estallidos de fanfarrias,
y metálicos sonidos,
y fragor de cablagatas,
que entrechocan y se quiebran,
que se funden y desgarran,
y traídos en jirones
por el viento, pasa, pasan,
oreándome kla frente,
provocándome las lágrimas
y dejándome en el pecho
una dulce resonancia.

Yo quedo tras de ella el arco
que, triunfal, atravesara.
De ventanas y balcones
adorables barricadas
tras las que el hechizo acecha,
y hacen fuego las miradas
vuelan flores como pájaros,
perfumándola al besarla,
y saludo fervoraosos
y derroche de palmadas.

Diezjinetes, con sus sables
anhelantes de estocadas,
refulgentes, sobre el hombro,
la presiden anunciándola.
Diezjinetes impasibles,
altaneras las miradas;
diez jinetes que pisando
van los aires de una marcha
carne híbrida y oscura,
pero de prosapia incaica.

Diez jinetes de esos mismos
que Bolívar bautizara
con un nombre que es victoria,
bizarría y arrogancia;
de esos que desmelenaron
en Junín al león de España.

Ya la tengo frente a frente,
ya delante de mí pasa,
como una hostia bajo un palio,
como virgen sobre un anda,
y al mirada me conmuevo
y de hinojos cae mi alma.
Un fervor de Corpus Christi
brilla en todas las miradas,
un fervor que es fe y amor
optimismo y esperanza;
un fervor que va exaltando
y diciéndole a las almas;
" Este día es un grán día
y el más santo para Tacna,
porque en él se unió su cuerpo
con el cuerpo de la Patria".

¡ Ah, qué hermosa es la bandera,
la bandera roja y blanca!
¡con qué amor la venIas ojos!
i con qué unción las bocas cantan
y se rinden las cabezas,
descubiertas, en dos alas!
Va mecida entre una pléyade
de doncellas y de damas,
entre vidas que comienzan
y entre vidas que se acaban;
por las unas bendecida,
por las otras adorada
y sintiendo todas, todas,
en lo íntimo del.alma,
sus palpitaciones rojas,
sus palpitaciones blancas.
Van tras de ella los clarines
dando voces semitrágicas
y a la pompa del cortejo,
una bélica prestancia.

Y los húsares gloriosos
cascos, sables, bronce, plata,
Juventud, pujanza, fuerza,
orgullosos, escoltándola.

Y cerrando la vistosa
y tremante cabalgata
niñas, niños, mozos, mozas,
ofrendados por el aula;
niñas, niños, mozas, mozos,
que en los ecos de su marcha,
al compás, van repitiendo:
" Aquí va también la Patria ",
a la vez que de sus pechos,
como lírica cascada,
brota un himno nuevo, hermoso,
que aquí sólo se oye y canta;
aquel himno que es pan nuestro
de la escuela y de la casa.

Ya se aleja, ya se pierde
la bandera roja y blanca;
ya la voz de los clarines
y el chasquido de las palmas,
y el tronar de los petardos
y el clamor de las gargantas
se han fundido en una sola
nota débil, fría, vaga.
Sólo quedan flores, flores
que parece que lloraran,
ha un instante frescas, vivas
y ya en tierra deshojadas;
y en los rostros alegría,
y emoción en las palabras,
ésa que al pasar despierta
la bandera roja y blanca.

La procesión de la bandera en Tacna - 2014
Fuente: Facebook de Radio Uno - Tacna


martes, 26 de agosto de 2014

EL ARDIENTE SILENCIO II

El libro, mencionado en el post de ayer, pretende novelar, entre otros, tres hechos históricos sucedidos durante el Cautiverio de Tacna: tres intentos de los chilenos para vendernos su país a cambio del nuestro.

·         La expulsión de los maestros peruanos
·         La expulsión de los sacerdotes peruanos
·         La eliminación de los periodistas peruanos

Estos tres son, como dice el mismo Gambetta en un lugar: «los tres pilares sobre los que descansaba la empecinada resistencia a los afanes chilenizadores». A continuación, presentamos fragmentos de la obra que representan estos sucesos:


LA EXPULSIÓN DE LOS MAESTROS PERUANOS

28

-…El segundo paso será, sin duda alguna, notificarnos para que cerremos las escuelas. Por lo tanto, en estos momentos, frente a esa situación, solamente nos queda unirnos con la convicción profunda de que si estamos unidos les será difícil vencernos. Las autoridades chilenas deben saber que si nos impiden abrir las puertas de nuestras escuelas estas funcionarán a puerta cerrada y que cada hogar ocupará nuestro lugar.

-  Bien dicho Federico, ese es nuestro pensamiento – dijo el poeta Pedro Quina Castañón.


31-32

La señorita Cáceres tomó el papel y lo leyó mientras, en el pequeño patio, los niños jugaban. Era la hora del recreo. Zoila Sabel, mujer de temple, palideció mientras leía :”Por disposición superior se notifica a  usted para que en el plazo de 24 horas cesen sus funciones y se cierren los planteles de enseñanza peruana en territorio chileno. Se dará por notificado, firmando al pie del presente, a fin de cumplir con las órdenes impartidas por el Supremo Gobierno de Chile”
Al terminar la lectura del documento, la maestra miró fijamente a los ojos del Prefecto de Policía quien bajó la mirada.
- Tome nota señor Prefecto -  dijo la Directora -  que como peruana y tacneña mantengo y mantendré abiertas las puertas de esta escuela. Dígale al señor Intendente, con todo respeto, que la suscrita no se amilana ante la notificación y que si desea clausurar el plantel que venga personalmente a cerrarla. Es todo. Buenos días, señor.


Zoila Sabel Cáceres



33

Doña María, ha visto usted la desvergüenza. Cerrarnos las escuelas, por Dios las cosas que tenemos que ver – decía Melchora, la lechera.
- Melchorita, qué culpas estaremos pagando – repuso con tristeza María Liendo.
 - Una casera que viene de Arica dice que allá es igual, doña Marujita.
- Tiene que ser igual. Los rotos quieren quedarse con Tacna y Arica, a  toda costa.

  
LA EXPULSIÓN DE LOS SACERDOTES PERUANOS


64

 ¡Qué hacer, Presbítero! Hemos luchado hasta el fin pero más puede la fuerza brutal de los que no tienen la razón. Lo siento por este buen  pueblo de Dios que ve como, cada día que pasa, se aleja la esperanza de retornar al suelo peruano.

- Dirá usted a la administración del Perú, querido hermano Guevara.  Este suelo ha sido, es y será por los siglos de los siglos peruano. Un bien que se hurta no pertenece al ladrón jamás sino al verdadero  dueño – replicó don Vitaliano Berroa y Bernedo, Camarero Supernumerario de Su Santidad y Vicario de San Marcos de Arica.


66

- Señor Gobernador, acompañaré a los sacerdotes.
- No hay autorización para que nadie los acompañe. Diga usted a la gente que se retire, por favor Barreto, no insista, no cause problemas  hombre. Ustedes, los periodistas, son muy intransigentes.

Los sacerdotes Cáceres, Tocafondi, Indacochea y Quiroz apenas si terminaron de bendecir a los fieles. En el local de la comisaría los subieron en dos carruajes que raudos salieron hacia la calle del cementerio.

- ¡Viva el Perú¡ ¡Viva el Perú¡ - gritó un sacerdote en las afueras de la ciudad, por la avenida del río  Caramolle. Hasta allí el pueblo los había acompañado.


75-76

(hace recordar a las escenas de pio vi llevado al destierro que cuenta chateaubriand)
Cuatro horas estuvieron incomunicados, en sendos calabozos. Al promediar las tres de la tarde los sacaron al patio y, sin decirles palabra, les señalaron unas enclenques mulas, ordenándoles, con gestos, montarlas. En la plaza del Teatro se reunió un número apreciable de vecinos. La noticia de la detención de los curas se había extendido por la ciudad.
 Íbamos en medio de una guardia formada por treinta carabineros armados.
Peor que a delincuentes nos trataban. ¡Treinta carabineros para dos curas que no teníamos más que un maletín de viaje y un cáliz¡ A lo lejos divisamos a los grupos de tacneños que nos hacían adiós.

- Mi capitán, mejor vamos por el barrio Caramolle, en medio de las chacras, así nos evitamos enfrentarnos con los grupos de cholos.

- Tiene razón, Peña. Este estado de cosas me está llegando hasta la  coronilla. Cualquier día no habrá más remedio que dispararles a ver si dejas de fregar la pita.

- Es que son rejodidos, mi capitán.

Lentamente subimos el cerro Intiorko. Otra vez la misma travesía, el inmenso arenal, gris. El pensar en la resistencia de las bestias que nos  guiaban por esa soledad. Abajo quedaba Tacna, en silencio. Apenas si llegaba el rumor del río Caplina, el lejano ladrido de los perros o el chiflido de los muchachos. Al voltear, en una curva del camino de herradura, perdimos la visión de la ciudad querida. Como era verano, en el horizonte, al sur, vimos, pequeñito, el Morro de Arica. Recordamos a la buena gente que vivía allí en el puerto. Nuestra buena gente peruana. Aquella a la que habíamos bautizado, casado a sus hijos o dado la extremaunción a sus parientes. Nuevamente nos expulsaban. ¿Hasta cuándo?¿Sería para siempre?¿Nos desaparecerían en la frontera? Fácil sería para ellos decir que nos habíamos rebelado, que los agredimos. ¿Quién podrían afirmar lo contrario?

- Hasta acá terminó mi misión. Se quedan el oficial Contreras y ocho carabineros. Acompañen a los curas y sigan las instrucciones que les han dado. Nada de contemplaciones. Qué no les queden ganan de regresar. ¿Qué tales curitas? Esto se llama ir por lana y salir trasquilados. ¡Adiocito curitas¡.


 Clausura de la Iglesia San Ramón de Tacna. año 1910.


Sacerdotes peruanos expulsados de Tacna y Arica por las autoridades de ocupación chilena. De izquierda a derecha sentados: José M. Flores Mextre y J. Vitaliano Berroa, párroco de Tacna y Arica respectivamente (De pie: Francisco Quiroz, Teniente Cura de Tacna; Juan Indacochea Zeballos, cura de Codpa; José Félix Cáceres, cura de Tarata; Juan G. Guevara, auxiliar de la parroquia de Arica.-1910).


LA ELIMINACIÓN DE LOS PERIODISTAS PERUANOS

121

- Federico, sabemos que Chile solamente puede crecer a costa de la  rapiña. Sabe Dios que otras riquezas, además del salitre y del guano, guardarán Antofagasta, Iquique, Tarapacá y nuestras provincias.
- ¿Qué podemos hacer?
- Puede ser que se trate de acciones para atemorizar a la población y  que no lleguen a mayores. Hemos soportado en el diario dos agresiones fuertes. Creo que estamos en condiciones de soportar a pie firme una tercera y una cuarta si fuera necesario.
- Estamos en la lucha por lo nuestro y no cejaremos, ¿verdad?
- Tendrán que incendiar la imprenta estos malditos, matarnos para que dejemos de escribir en nuestra ciudad.


Hechos que hablan de lo sucedido la noche del 18 de julio de1911

125

- ¡Si el peruano monta al macho, lo bajamos a cocachos¡
- Qué ingenioso, ¿quién gritó?
- Quién va  a ser, pu, sino el Florencio Tornero. ¿No lo conoces?
- ¡Claro que sí¡ ¡ Salud, Viva Chile¡
- Este gentío es impresionante, don Amador. Son más de ochocientos  patriotas chilenos.
- Eso es. ¡Patriotas! Patriotas que dejan todo para venir a reclamar la chilenización de Tacna y Arica.
- ¡No queremos más panfletos, ni más Freyres, ni Barretos!
- ¡Bravo¡ ¡ Viva Chile!
- ¡Mueran los cholos¡
- ¡Qué mueran¡

126

Bien doctor Allende, diga su palabra de chileno bien nacido.
 - ¡ Qué viva Allende¡ ¡ Viva Chile¡ ¡ Qué viva! ¡Abajo los cholos¡¡ Abajo!
- Compatriotas, esta es una noche maravillosa en la cual nos hemos  reunido hijos de la patria procedentes de varios puntos de nuestra extensa geografía, para decirle, en primer término a las autoridades, que aquí estamos y que aquí nos quedaremos, que no estamos dispuestos a movernos de estos territorios que costaron la sangre de nuestros mayores.
- ¡ No nos moveremos¡ ¡ No nos moveremos¡ ¡ Viva Chile, mierda¡


130

- Vamos llegando a LA VOZ DEL SUR. Hay que gritar más fuerte.
- Los Barreto son unos envalentonados. Tal vez estén dentro del diario.
- ¡A patear las puertas! ¡Fuera cholos de mierda¡ ¡ Acabemos con los cholos¡ ¡ Mueran los Barreto¡ ¡ Qué mueran¡
- ¡ Incendiemos la imprenta¡ ¡ A incendiarla¡ ¡ No queremos más  panfletos, ni Freyres, ni Barretos¡
- ¡ Conviene darle su merecido a LA VOZ DEL SUR, que no quiere  ser del NORTE, del norte de Chile¡ ¡ Mueran los Barreto¡ ¡ Qué mueran¡


131-132

- ¡Este es otro bastión de la cholería¡ ¡ El Club Unión¡ ¡ A quemarlo¡
- ¡Vamos pu Florencio, tú que eres guapo¡
- ¡Mueran los cholos ¡ ¡ Qué mueran¡ Eso, bien. A pedradas  agarraremos el club, que quede huella de nuestro paso en las puertas, en las ventanas. ¡Dale, eso¡ ¡ Eso¡ 
- Qué no encuentren ningún vidrio completo. ¡Qué se jodan los cholos¡ Avancemos, compatriotas.
- ¡ No queremos más panfletos, ni Freyres, ni Barretos¡
- Vamos llegando a la Plaza Colón. Oiga, que relinda pileta. No he visto en las plazas de Chile otra igual. Mire ¿ve?  Qué bien se trataban los cholitos.
- Pero si tenían todo el salitre del sur. Eran ricos.
- Oye, fíjate que bien luciría esa pila en Santiago. ¿Te imaginai, pu  cabro?
- Compatriotas, ese es el local de la imprenta de EL TACORA, uno de  los más furibundos diarios antichilenos.
- ¡ A quemarlo¡ ¡ A quemarlo¡ ¡ A quemarlo¡


DATOS EXTRAS

Sobre el poeta Barreto: p. 82

-…Eso es. Escribir y escribir. No dejar de crear, Federico. Tus versos se  pasan de mano en mano. No sabes cuánto ha calado en la juventud ariqueña tu HIMNO ROJO y PRINCE y tantos otros poemas. ¡Ah, amiguito, y tus versos de amor, me olvidaba. Picarón, más de una tacneñita me dicen que se ha sentido aludida. Divinos los poetas – dijo Gerardo.


P. 138 Sobre Olga Grohmann y Jorge Basadre

- ¡Increíble, señora Olguita, increíble¡ Si parece una pesadilla.
- Nada es increíble. Estos desalmados rotos son capaces de las peores atrocidades. No tienen alma.
- Señora Olguita, han destrozado por completo las imprentas de LA VOZ DEL SUR y de EL TACORA.
 - No tienes que contármelo, María. Lo he visto con mis ojos. Detrás de la ventana, temblando de miedo, junto a mis hijos, hemos contemplado el saqueo de EL TACORA y de la sastrería Raiteri. Jorgito, mi hijo de siete años, ha sido testigo de esta barbarie. Para una mujer viuda, es duro explicar a los niños. Jorgito es un chico muy maduro, muy inteligente. Y muy sensible.


 José María y Federico Barreto.

Portada de una edición (posterior a 1911) de La voz del sur




lunes, 25 de agosto de 2014

EL ARDIENTE SILENCIO I


Cuando leí la obra de la arequipeña María Nieves Bustamante, «Jorge, el hijo del pueblo», me pregunté si existía en Tacna una historia tan conmovedora como esa, pero con un tema tacneño. Pensé, pero no encontré nada en mi disco duro. L

Era una lástima, de veras; porque una ciudad tan llena de historia como Tacna se merece por lo menos una novela histórica, cuando no más. El «Jorge, el hijo del pueblo», además de la trama romántico-realista, me cautivó lo cotidiano que parecían muchos episodios (a pesar de sus más de cien años de distancia) de las calles, puentes y plazas por las que yo también había pasado tantas veces en esa Arequipa a la que siempre estaré agradecido por lo bien que me acogió todos los años que viví allí.

Así, pues, como María Nieves dijo haber querido solamente ser «el espejo de su pueblo», me extrañaba la ausencia de un espejo tacneño.

Por eso, cuando hace poquito encontré en el internet un libro que pretendía ser la Primera novela histórica de Tacna, no pude sino alegrarme mucho y prometerme leerla y darla a conocer antes de las fiestas de Tacna. Reto cumplido.

EL ARDIENTE SILENCIO es un texto del escritor tacneño Fredy Gambetta Uría que pretende narrar una sección álgida de la historia de Tacna (la comprendida entre los años 1899 y 1911) utilizando gran dosis literaria sin, por ello, falsear dicha historia.

A don Fredy lo conocía desde el colegio por su bello y no rimado poema «Tacna». Últimamente, lo he leído ocasionalmente en la sección que tiene en el diario Correo los domingos. De hecho, lo he visto varias veces andando por el centro de Tacna y poco me ha faltado para pedirle un autógrafo por la admiración que tengo a su trabajo cronístico, que indudablemente es digno de loas.

Bueno, he leído el libro entero ya. Yo no soy experto en temas literarios. Lo que quiero es divulgar; no hacer crítica, para lo que soy incompetente. Sin embargo, permítaseme algunas impresiones literarias.

No parece tanto una novela histórica, y sí más una historia novelada. La Bustamente juega con su imaginación y la sumerge en la historia de la ciudad blanca a través del valor de Jorge y su desventurado final, de las ruindades de Iriarte, de la pureza de Elena, de todos esos castos amores imposibles en la realidad. La obra del señor Gambetta procura ceñirse más al dato histórico que al de la imaginación.

Por ello, el texto no presenta a un personaje principal individual, al modo del pintor Jorge en la novela arequipeña. Podría afirmarse que, como decía Basadre sobre Las revoluciones de Arequipa del Deán Valdivia, Gambetta presenta como personaje colectivo a la ciudad de la Tacna ocupada, o al menos, a sus hijos más conocidos durante esa época.

No hay, por la ausencia del protagonista individual, una trama encaminada hacia un desenlace. El Ardiente Silencio termina con los chilenos logrando acallar las voces peruanistas públicas peruanas, casi como un triunfo chileno. En realidad, no puede pedirse a Gambetta otra cosa; sería trastocar todo el hilo del relato que intenta no separarse mucho del lado histórico estricto. En una entrevista, ya ha prometido publicar una segunda parte de esta historia

El libro, presenta sabrosas conversaciones que exudan la historia de Tacna de una manera más digerible que el de un libro de Historia convencional para cualquiera hasta para nuestros actuales estudiantes, que tan poco saben de la historia de su ciudad y que sería positivo se les dé de leer.

En algunos pasajes del texto, las conversaciones han sido muy forzadas por el aspecto «cronístico», en desmedro valor del literario.

El pueblo aparece en el libro más como un personaje anecdótico el cual, en sus conversaciones, sea en las plazas, calles o la recova (el mercado) está sobre todo para contar aspectos de la vida y costumbres de Tacna de inicios del siglo XX.


¿Recomendado? Definitivamente.


Porque ya he escrito demasiado, colocaré en otra entrada algunos pasajes de esta excelente obra.  ¡Arriba Tacna Heroica!




FREDYGAMBETTA

MARÍA NIEVES Y BUSTAMANTE





Estas son las versiones que he leído de la obra de María Nieves. Unas 750 páginas aproximadamente.



sábado, 2 de agosto de 2014

CALENTANDO OCTUBRE

Ayer subí a la combi, una 30 A con un chofer muy extrovertido. Apenas me senté, escuché: «Oiga, y qué dicen los partidos…»

Entonces yo, que estaba con mi polo del Milán, pensé que se dirigía a  mí. Justo cuando iba a  responderle que ojalá y el Bolo vuelva la profesional, el chofer volvió a preguntar…
«Y qué dicen los partidos…políticos»

Ok. No me estaba conversando a mí, sino al señor que estaba a su lado. Cerré la boca y escuché, porque resultó ser una muy breve charla que he querido compartir hoy.

-¿Qué dicen los partidos políticos, señor?

-Pfff, qué va a decir, caballero. Es una tontería. No hacen nada. Mira quiénes postulan, no tienen ni secundaria completa. Por eso estamos así. Cualquiera puede ser autoridad. Es un insulto a la juventud, pues. Para qué van a estudiar, piensan, si solo tiene que entrar en política y se hacen millonarios. Deberían escoger bien a sus candidatos.

-Pero, ¿conoce usted al alcalde de Ciudad Nueva?, ese pata es abogado, tiene estudios y todo y no hace nada, igual y se lleva la plata nomás. Y así le puedo hablar de varios profesionales, ah. Solo estudian para robar.



¿Nos quedamos con los que estudian o los que no estudian? Luego, hay otros factores más importantes que los estudios realizados.